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JUAN CHÁVEZ
Una caricatura en un diario refleja el inútil esfuerzo de Ceci Flores, por dos días consecutivos, de entregar a López Obrador la “pala de mando”.
Ceci es coordinadora del grupo de mujeres buscadoras de Sonora, que ha perdido a sus dos hijos registrados, uno en 2015 y otro en 2019, como desaparecidos.
Ceci no cesa en buscarles, pero quiso entregarle al presidente la “pala de mando” para que se haga cargo del problema de buscar a los seres queridos rascando la tierra.
Las madres buscadoras, en sus empeños por encontrar a sus hijas, hijos, esposos, integran 246 colectivos en el país.
La caricatura presenta a López Obrador gritándole a su vocero: “Jesús, dónde está la pala”, la que lleva sobre el brazo izquierdo.
Ceci, que el segundo día se presentó vestida de beisbolista, hizo notar que vestía así porque “López Obrador recibe a los beisbolistas y nunca a las madres buscadoras”.
Afuera de Palacio, declaró a los medios que “No desea que AMLO pase por lo mismo que las madres buscadoras”, pero pidió que el mandatario se ponga en el lugar de las buscadoras.
En la mañanera del martes, una periodista cuestionó al presidente sobre la pala y él simplemente respondió:
“Aquí que me la entregue. Que me la deje aquí”.
La activista pretendía entregarle la pala con la que busca a sus hijos desaparecidos como un recordatorio de su promesa de campaña de priorizar la búsqueda de personas desaparecidas y para exigir que las autoridades correspondientes cumplan con su trabajo.
“Vine a tocar las puertas de Palacio de López Obrador para entregarle la pala con la que busco a mis hijos. Esta pala nunca debió estar en mis manos, ni debió sentir los huesos romperse de los cuerpos que ha desenterrado. Tome el mando presidente, hágase cargo de los desaparecidos”, publicó en su cuenta oficial de X.
Sin embargo, el presidente se limitó a pedir que dejara la pala en Palacio Nacional y dijo que tocaría el tema durante su conferencia del martes. Y en efecto, esa mañana, la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, soltó un rollo de cifras para justificar que si “buscan” a los desaparecidos.
En el lamentable asunto de los desparecidos, hay cifras oficiales (inventadas) y reales, que maneja la población afectada.
