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JUAN CHÁVEZ. Me robo el título de destacada columnista. Hay razón para sustentarlo. México deberá escuchar las reclamaciones de Estados Unidos y Canadá contra la reforma eléctrica de López Obrador que vulnera el Tratado México, Estados Unidos y Canadá de libre comercio.
Sentado en el banquillo de los acusados México tiene 30 días para señalar fecha y lugar para el desahogo de las reclamaciones de los dos países del norte.
Miriam Grunstein escribió para Expansión: “Estamos emplazados. En 30 días, México deberá poner fecha, hora y lugar para sentarse a conversar con sus vecinos de Norteamérica sobre sus diferencias. Ante este ultimátum, nuestro presidente ha dicho “qué miedo, qué miedo.” Su temeridad inexplicable y extrema podría tener implicaciones muy serias en cómo convivimos en la planta alta del continente.
“Cuando tu vecino ya te ha dicho reiteradas veces “calla a tu perro’’, lo mejor que puedes hacer por bien común es entrenarlo a cerrar el hocico. De lo contrario, alguien sin piedad podría envenenar al perro o al menos demandar a los que, por desdicha, viven con él.
“¿Saben? Los vecinos también tienen perro, bien adiestrado. Y perro que ladra sí muerde. Y ahora es la tercera vez que nos advierten y con fecha cierta para cumplir. Es nuestra oportunidad para que el derecho de los tratados no lleve a México a rastras con un collar de clavos hacia un panel trilateral del que no podremos escapar ni vencer”.
Por si fuera poco, se otorga el primer amparo contra Ley de la Industria Eléctrica por ser contraria a un ambiente sano.
De acuerdo con el amparo, la ley restringe los incentivos que existen para lograr la transición energética.
El juez Juan Pablo Gómez Fierro, que ya debe soñar AMLO, fue quien otorgó el primer amparo en contra de la Ley de la Industria Eléctrica.
Según el amparo, esta norma “restringe y modifica los incentivos existentes para la transición energética, además de no contemplar inversiones propias para alcanzar dicha transición”.
La discriminación, argumentan los dos socios del T-MEC por parte de México.
Según la sentencia del juez Gómez Fierro, esta ley también afecta esta garantía al establecer un orden de prioridad en el despacho de energía en el que se deja en segundo término el suministro de energías limpias.
En este sentido, el amparo reconoce que una de las consecuencias de esta norma es desplazar en el orden de suministro la operación de centrales eléctricas que operen con fuentes limpias y menos costosas.
Al mismo tiempo, el juzgador sostuvo que “la generación de energía eléctrica a partir de fuentes renovables en la lucha contra el cambio climático debe ser una prioridad para el Estado lo que, a consideración de este órgano jurisdiccional, no se cumple con las disposiciones reformadas de la Ley de la Industria Eléctrica”.
En abril de este año, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) rechazó la inconstitucionalidad de la LIE después de que no se alcanzara la mayoría calificada de ocho votos.
Pero ahora, el juez Gómez Fierro y Estados Unidos y Canadá, le están limpiando a México el camino para superar el monopolio de la energía que la ley pone en manos de la Comisión Federal de Electricidad de Manuel Bartlett, al que ahora no se le “cayó el sistema”, sino que lo está aplastando.
Las disputas en el sector energético entre México y EU es una llamada a repensar los efectos del T-MEC.
Como explicó el académico Fernando Ojesto, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), al desecharse la inconstitucionalidad la ley se mantuvo vigente.
Sin embargo, al haber una mayoría de siete ministros que se pronunciaron en contra de la constitucionalidad de esta, se abrió el camino para que se pudieran otorgar amparos en contra de la norma.
Y salta, a todas luces, que el gobierno de la llamada transformación, que ni a cuarta llega, tendrá que morderse los dos porque la violación al T-MEC está clara y definida. No hay más. A tragar camote lopezobradoristas…
