JUAN CHÁVEZ. Dice Ricardo Monreal que no está con la espada contra la pared, sino que “Estoy entre dos espadas”.
El “Plan B” de reforma electoral del presidente López Mateos, lo coloca en esa peligrosa y amenazante posición política.
Las dos espadas las maneja en su contra el espadachín de Palacio Nacional. Cosa que lamentar por haber sido quien descubrió y difundió los garrafales errores de ese plan que la Cámara de Diputados aprobó en fast track, sin siquiera haber leído la iniciativa que L(i)opez les envió al cuarto para las 12.
Las fallas metían a las seis leyes del paquete de Obrador en los terrenos de la inconstitucionalidad.
El presidente hizo rabietas por haber incluido el guardadito y disminuir el porcentaje de votos para que los partiditos (Verde y PT) no perdieran su registro.
Pero el propio presidente no había leído el plan B, y seguro que no lo ha leído. Él gobierna en las mañaneras. Más allá, es trabajo que no hace.
Ni siquiera acepta que ese caudal de errores tenga como responsables a su secretario de Gobernación Adán López y al coordinador morenista de los diputados Ignacio Mier.
Del Senado, que Monreal tiene a su cargo, saldrá el plan B corregido y aumentado.
Pero antes, será discutido y los discursos alagarán al máximo las sesiones… como táctica retardataria de los senadores opositores e incluso de algunos morenistas.
El propio Monreal ha declarado que aún no define su voto, aunque en la misma declaración que hizo a la Silla Roja de El Financiero blomberg, dejó bien clara su posición.
Anticipó que, aunque aún no ha definido el sentido de su voto, defenderá la Constitución y no buscará “arrastrar” a otros senadores de Morena a que le sigan.
El Senado, si llega aprobar el perverso plan B, lo regresará a la Cámara donde los diputados armarán un san quintín porque no volverá a pasar por la vía rápida.
El tiempo se les echará encima a los legisladores.
Se recurrirá a no dar por terminada la última sesión del período que debe concluir a las 12 de la noche de este jueves 15 de noviembre.
El reloj legislativo, entonces, seguirá marcando las horas, en una sesión estirada… hasta el aguante de los diputados.
En todo este triquitraque Monreal se juega su aspiración a la candidatura de Morena a la Presidencia 2024.
Y de ser su voto contra el Plan obradorista su rompimiento con el presidente y Morena será tácito. Entonces, en el 2023 lo veríamos como aspirante por la alianza Va por México… y los mexicanos conoceríamos las secretas corruptelas del presidente y sus allegados.
Por lo pronto tomemos nota de que a López se le hizo bolas el engrudo.