JUAN CHÁVEZ. Aunque como dice Porfirio Muñoz Ledo ni soldados ni marinos “son corcholatas”, el riego de la hipermilitarización de México que López Obrador busca consolidar con la transferencia de la Guardia Nacional al Ejército, constituye el más alto riesgo para la estabilidad democrática del país.
Por lo más, el próximo Presidente tendrá que ser un sumiso de las Fuerzas Armadas, o verse obligado, por lo menos, en negociar con ellas, no dirigirlas.
Digamos que será un Comandante Supremo sin supremacía.
Al Ejército y a la Marina, el presidente de la cuatroté les ha entregado el poder de administrar, inclusive, instituciones civiles, como es el caso de las aduanas y del aeropuerto de Santa Lucía.
Es decir, los militares tendrán la fuerza de sus armas y el poder financiero de todo lo que López Obrador les ha entregado para que lo administren.
Con ello, solo se ha conseguido que cambie la balanza en la relación que la siguiente administración federal tendrá con las fuerzas armadas.
Muñoz Ledo critica ‘militarización’ de AMLO: ‘Los soldados y marinos no son ‘corcholatas’
A través de una carta ‘Llamado a restaurar la República’, Muñoz Ledo dijo que las fuerzas armadas no debían estar al servicio de ‘Caciques Tropicales’ (en referencia clara al cacique que vive en el Palacio).
Porfirio aseguró que la decisión de transferir la Guardia Nacional a la Sedena es una violación constitucional de AMLO.
El que fuera el primer expresidente opositor de la Cámara de Diputados, llamó a la ciudadanía a denunciar y combatir “el sórdido propósito de militarizar el país al final del sexenio”, esto tras el anuncio del presidente Andrés Manuel López Obrador para hacer que la Guardia Nacional pase a depender de la secretaría de Defensa Nacional (Sedena).
La misiva de Ledo titulada “Llamado a restaurar la República” explica que el mandatario pretende “entregar a las fuerzas armadas el control del aparato del estado” como una grave violación constitucional.
Entre las acusaciones emitidas por Ledo se dice que hay “una guerra interna pactada entre el gobierno con el crimen”. Además expresó que tener a los militares en las calles se acompañaba del “derrame indetenible de sangre ciudadana”. Esto, en las masacres de civiles que el narco crimen ha instaurado con su nueva estrategia de incendiar vehículos y negocios.
Por las olas de violencia y la posible trasferencia de la Guardia Nacional a la Sedena, Muñoz Ledo advirtió que las fuerzas armadas deben estar a disposición de las libertades públicas.
“Nuestros heroicos soldados y marinos no son ‘corcholatas’ al servicio de caciques tropicales, sino el último reducto de la soberanía nacional y de las libertades públicas”, se lee en el comunicado.
“Rechacemos la provocación y la mentira. Forjemos la unidad combatiente por la paz. Ejerzamos el derecho sagrado de resistencia a la opresión. Toda flaqueza frente al despotismo es un suicidio anticipado”, invitó el fundador del PRD en su carta.
Porfirio pertenece a Morena y ha insistido, una y otra vez que no renunciará a tal militancia, pero desde ésta, ha marcado las torpezas con que AMLO gobierna al país. Desafortunadamente, sus palabras no hacen eco. Su llamado “a restaurar la República”, es por la destrucción que de ella ha hecho L(i)opez. ¿Por qué ahora tenemos ataques terroristas?… Por la estrategia de militarizar el país. No hay de otra.