
JUAN CHÁVEZ
La política antinmigrante de Donald Trump le está pegando a México. Concretamente a los mexicanos más jodidos que ya no están recibiendo remesa de dólares porque su familiar que trabajaba en Estados Unidos ha sido retachado a nuestro país.
Las remesas hacia México suman siete meses consecutivos con caídas.
El total de dinero enviado de paisanos en el extranjero hacia sus familias en México anotó una caída de 1.7% en octubre del 2025, ligando siete contracciones consecutivas.
En octubre del 2024 ingresaron a México un total de 5,643.8 millones de dólares por concepto de remesas, de acuerdo con cifras del Banco de México (Banxico).
Este nivel de recepción de dólares implicó una caída de 1.7% en comparación con el mismo mes del año pasado; además de sumar un mes más con bajas (ligando siete contracciones al hilo).
Hasta abril de 2025, el 99 % de los ingresos por remesas fueron realizados mediante transferencias electrónicas.
Las remesas contribuyen a financiar el desarrollo de las familias, así como la «resiliencia económica y climática de los hogares», destacó la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el contexto de la celebración del Día Internacional de las Remesas Familiares que se realizó el 16 de junio.
Las remesas son esenciales para la prosperidad económica de un país, así como para «optimizar el impacto de estos flujos», ya que, de acuerdo con la ONU, sirven para reducir el déficit de financiación de los países en desarrollo mediante «inversiones directas, transferencia de competencias y redes de conocimiento».
No obstante, entre varias de las propuestas de política económica del presidente Donald Trump, el impuesto a las remesas enviadas a México ha sido uno de los puntos rojos en discusiones en el congreso de ambos países, ello por las implicaciones que esto tendría para las familias.
Solo en 2024 México logró un «histórico» en remesas por 64 mil 745 millones de dólares, según datos del Banco de México. No obstante, una publicación del 02 de junio de 2025 de Banxico mostró que hasta abril del presente, los ingresos por concepto de remesas registraron 4 mil 793 millones de dólares, una reducción mensual de 6.9 % respecto de marzo, y una contracción anual de 12.1 %.
Cifras del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) destacaron que solo en 2024 las remesas recibidas en México fueron equivalentes a 3.5 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB) y 5 puntos porcentuales con relación al consumo de los hogares.
Sobre esto, el CEMLA detalló que de los 39 millones 751 mil 127 hogares que hay en México, 4 millones 495 mil 526 recibieron remesas (11.3 %, es decir, 1 de cada 9 hogares), dinero utilizado para pagar rentas, vivienda, atender gastos o emergencias médicas, así como de educación, por mencionar solo algunos.
Considerando la importancia que tiene este ingreso para las familias mexicanas, el director ejecutivo de Desarrollo de Negocios en el Sistema de Transferencias y Pagos (STP), Jaime Márquez, aseguró en un comunicado fechado al 11 de junio de 2025 ,que «las remesas son una herramienta de inclusión financiera» que ayuda a cubrir «necesidades básicas» y propicia el ahorro e inversión de los hogares.
En razón de lo anterior, Márquez destacó la importancia de impulsar «la digitalización del envío y recepción de remesas» a través de plataformas tecnológicas, ya que estas reducen el costo de envío y tiempo de recepción; solo hasta abril presente, 99 % del total de los ingresos por remesas se realizó a través de transferencias electrónicas, sumando 18,824 millones de dólares.
El Congreso de Estados Unidos propone imponer un impuesto del 5 % a las remesas enviadas a México, pero mientras el tema está en discusión en la Cámara de Representantes y los senadores mexicanos manifiestan su oposición, en México es necesario atender las recomendaciones que da la ONU para potencializar el ingreso recibido del extranjero:
+garantizar que familias migrantes, especialmente de mujeres y comunidades rurales accedan a servicios financieros relacionados con remesas
+promover políticas que apoyen e incentiven el ahorro e inversión entre receptores de remesas
+reforzar los sistemas de pago y aprovechar las nuevas tecnologías digitales
+reducir los costos de las remesas a menos del 3 % de las cantidades transferidas para 2030
+transparentar las tasas y comisiones cobradas por remesas
+promover la coherencia política entre instituciones gubernamentales de los países
+garantizar que beneficiarios de remesas accedan a formación adecuada sobre financiación climática, desarrollo sostenible y resiliente al clima
Si bien, estos puntos no solucionan las tensiones entre Estados Unidos y México, sí buscan ayudar a que ambas economías se apoyen y con ello a sus familias.
No obstante, en lo relacionado al impuesto de las remesas que se plantea imponer, habrá que vigilar la resolución y acción de los legisladores de las dos naciones.
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