JUAN CHÁVEZ
Presidenta y presidente de gira, es un absurdo político que solo desgasta a la candidata triunfadora.
Se advierte su sometimiento al que busca convertirse en jefe máximo y que interviene directamente en los quehaceres que corresponden a la presidenta electa.
Ya Claudia Sheinbaum anunció el resultado de la encuesta que da una mayoría a los ciudadanos que ven bien la reforma al Poder Judicial, el último obstáculo que López Obrador tiene para convertirse en dictador detrás del poder presidencial.
No entienden, ni uno ni la otra, que no se trata de los jueces, magistrados y ministros. Se trata de la justicia, que no se reforma. Se reforman las leyes, pero nunca la justicia.
Claudia, en su claro sometimiento al que la hizo corcholata primero y luego candidata victoriosa, no gobernará sola y si no acata las instrucciones que tras bambalinas le dé su amo, correrá la suerte de que éste le instaure juicio de revocación de mandato para echarla de patitas fuera de Palacio Nacional.
Este es el plomo con el que navegara la Presidenta desde que se encasquete la banda presidencial el primero de octubre: la revocación de mandato.
López ya está administrando los tiempos del gobierno de Sheinbaum, quiere que en el primer trimestre se haga la elección de jueces, magistrados y ministros, obvio, da por descontado que SU proyecto de reforma al Poder Judicial es de trámite, es el estilo de la casa, y que la entrega de apoyos a las mujeres de 60 a 64 años comience a partir del próximo año.
Ya se fijó el mes de junio de 2025 para la elección de los más de mil 500 jueces, magistrados y ministros. El papel de la Legislatura 66 –nuevos diputados y senadores—será un auténtico trámite, salvo que en el Senado, los opositores le nieguen los cuatro votos que Morena requiere para la mayoría calificada.
¿Y la virtual Presidenta que piensa? Pues no sabemos porque sólo apechuga, la vimos salir con una cara de aparente amargura tras la comida en Palacio Nacional, cada quien que haga sus conclusiones, la mía es que, tras el incómodo beso, le leyeron la cartilla.
Malos augurios para la primera mujer presidenta de México, el que se iba a la finca pareciera que se queda o deja tareas; algunas muy incómodas como eso de abrirles cancha a sus hijos, todos los días la instruye para refrendar sus fobias y filias.
Hay quienes piensan que Claudia ejercerá plenamente su Presidencia. Que lo hará en forma independiente.
Hay quienes dicen que desde la silla y la banda presidencial brotará la independencia y que entonces conoceremos a la verdadera Claudia. Otros recuerdan el rompimiento de López Portillo con Echeverría, pero no pocos presagian el inicio del maximato de López Obrador, quien ya advirtió que estará disponible al llamado de SU presidenta y para dar su opinión, adelanta, será sin límites, cualquier cosa que esto signifique.
A pesar de que insiste que todo va bien, ha sido notorio que a la señora Sheinbaum no le ha gustado el sobresalto con el que han saludado su triunfo la cotización peso-dólar, la Bolsa y las opiniones de los inversionistas. Lo que trata de construir se lo dinamitan el presidente y los suyos.
¿Se dará cuenta Claudia Sheinbaum de que, con todo y los riesgos, le hubiera convenido más un Legislativo con mayoría simple?