
JUAN CHÁVEZ
La Iglesia no se queda atrás y echa su cuatro de espadas en la situación política que vive México.
Y para el lunes 24, tendremos un México paralizado. Transportistas y agricultores, el “gran binomio del país”, anuncian bloquear todas las carreteras del territorio.
Son estrategias estúpidas, ha calificado marchas y bloqueos un destacado columnista. Y yo agregaría que hasta la cristiandad mete su cuchara para poner de relieve el mal gobierno que confrontamos 80 millones de mexicanos.
La realidad es que los movimientos de protesta, marchas y bloqueos de carreteras y vialidades, son la secuela natural de un gobierno que está hundiendo a la nación.
“No somos oposición, pero dejemos de echar culpas al pasado”. Esta afirmación de la confesión católica, es categórica y definitoria del lenguaje usado por la presidenta, que emplea los mismos calificativos que su antecesor AMLO para desautorizar a quienes no piensan como ellos y no están de acuerdo con la transformación que ha desaparecido los órganos autónomos del gobierno.
El obispo auxiliar de México, Francisco Javier Acero Pérez, arrojó un llamado a políticos, empresarios, líderes sociales y religiosos para que no usen un lenguaje agresivo hacia los demás
La misión de la iglesia católica no es la de repetir discursos oficiales o partidistas, sino la de hablar con la verdad desde una posición de respeto y amor hacia la dignidad humana y a los valores fundamentales, resaltó el obispo.
Por ello, a través de sus pastores acompaña, escucha, consuela y propone soluciones en conjunto con miles de familias afectadas por la desaparición de sus seres queridos a las autoridades.
“No somos partido de oposición, somos iglesia de Cristo, llamada reconciliar a todos los hermanos y nuestra palabra profética debe estar al servicio de la verdad y la justicia más allá de las agendas partidistas; hermanos, nuestro único interés es el de colaborar para construir una sociedad en paz, no caigamos en la tentación de ser cómplices silenciosos de estas situaciones que tocan la dignidad humana”.
Durante un encuentro de casi cuatro horas con padres, madres y hermanos de personas desaparecidas de todo el país reunidos en el auditorio de la curia del arquidiócesis de México, monseñor Acero Pérez criticó que preocupe más aprobar leyes que promueven la cultura de la muerte que encontrar a los desaparecidos.
De ahí, su convocatoria para dejar de fomentar la guerra entre las personas desde el uso del lenguaje.
“Nuestro llamado a todos los actores del país: políticos, empresarios, líderes sociales y religiosos para que no usemos un lenguaje agresivo hacia los demás, porque ahí es donde precisamente empieza la guerra, cuando escuchamos y pronunciamos palabras de desprecio, agresión y odio hacia los demás”, expuso ante decenas de familias dañadas por las desapariciones.
Una solicitud específica a las autoridades actuales fue la de dejar de ver al pasado como forma para evadir sus responsabilidades en materia de seguridad y construcción de paz.
“Les pedimos que dejemos de echar culpas al pasado, de (culpar) a los que fueron responsables del país; dejémonos de echar culpas y aprendamos a asumir el aquí y el ahora entre todos”, conminó el religioso.
O le entramos nosotros o esto no va a mejorar, declaró.
En el encuentro, el director ejecutivo del Diálogo Nacional por la paz Jorge Atilano González reconoció que hasta ahora no ha conocido “ningún caso de un municipio que haya sostenido la paz después de la intervención del Ejército”.
En consecuencia, frente a la grave crisis de inseguridad e incremento en las desapariciones la única alternativa, que ha probado ser efectiva y eficiente en la sostenibilidad de la paz, es la acción de la sociedad civil como empresariado, sociedad en general, iglesias y el fortalecimiento de las policías locales.
“Es tiempo de unirnos para hacer los cambios que México necesita, las mejores prácticas que tenemos en seguridad y tejido social han sido gracias a la sociedad civil (…) o le entramos nosotros, o esto no va a mejorar” sentenció el presbítero.
A lo largo de las casi cuatro horas de diálogo, y escucha, mujeres y hombres con familiares desaparecidos, plantearon la necesidad de colocar en todos los templos católicos del país, buzones de paz para avanzar en los casos de investigaciones y localización de personas; sancionar a los servidores públicos que se mantienen indiferentes ante las denuncias de las desapariciones así como instalar mesas de seguridad en los estados para dar seguimiento a las carpetas de investigación en todos los estados y a las acciones de búsqueda.
Entresemana Información entresemana que forma opinión