JUAN CHÁVEZ
No castigó a China directa y drásticamente, como lo hizo con México, Canadá y Panamá.
Sus órdenes ejecutivas y sus discursos trataron con terciopelo a su principal competidor económico y político: China.
A Putin le ha advertido que si no procura la paz con Ucrania, impondrá aranceles a las importaciones de Rusia. Trump pide a Putin que pacte con Ucrania «ahora» o se expone a aranceles.
«¡PAREN esta ridícula guerra! SÓLO VA A EMPEORAR», escribió en mayúsculas Donald Trump en su red de internet.
A China le impondrá sólo 10% a los aranceles, si no deja de utilizar a México como trampolín para meter a Estados Unidos productos que afectan a la planta industrial del país. Pero en esencia, le demandó no utilizar a México para inundar de fentanilo al territorio gringo.
Además, los primeros deportados en Tijuana no son de las redadas de Trump sino de Biden.
El pasado lunes, decenas de migrantes han sido deportados por el puerto fronterizo de El Chaparral y corresponden a las últimas redadas que llevó a cabo el gobierno de Biden, antes de que abandonara la Casa Blanca.
Los aranceles de Trump, han sido considerados como una ‘treta’ para negociar. Y obtener las ventajas que busca en su afán por fortalecer a Estados >Unidos y volverlo hacer el país número uno en el planeta.
Es lo que hay detrás de las amenazas a México, China y Canadá
Trump estaría preparando el terreno para futuras medidas arancelarias, utilizando sus advertencias para lograr otros objetivos de política exterior.
En los primeros días de regreso a la Casa Blanca, Donald Trump amenazó con imponer aranceles a los cuatro principales socios comerciales de Estados Unidos a partir de la próxima semana.
Pero después de una campaña en la que prometió impuestos mucho mayores y más amplios, el hecho de que en realidad no impusiera ninguno fue suficiente para disipar los peores temores de algunos críticos sobre sus planes, y muchos interpretaron las últimas amenazas como simples maniobras de negociación. Al menos por ahora.
En el denso lenguaje de la orden ejecutiva de Trump sobre el comercio se escondían cambios potencialmente radicales en la forma en que Estados Unidos hace negocios por billones de dólares con el mundo.
El presidente ordenó estudios sobre cómo revisar muchas de las reglas que han regido la política comercial estadounidense durante décadas.
“Básicamente, están preparando el terreno para futuras medidas arancelarias”, dijo Scott Lincicome, vicepresidente del Cato Institute. “Todo este tipo de suspiro de alivio”, agregó, “me parece un poco prematuro”.
Otros analistas opinan que los aranceles de Trump son un ‘arma cargada’ contra sus principales socios comerciales.
Por su parte, Trump no ha moderado su entusiasmo público por imponer amplios aranceles para aumentar los ingresos, reformular los flujos comerciales y como palanca para otros objetivos de política exterior.
Sus amenazas hasta ahora contra México, Canadá, China y la Unión Europea caen en esa última categoría. Con los vecinos norteamericanos, Trump ha dicho que está buscando más cooperación para frenar el flujo de migrantes y drogas a través de la frontera. De Pekín, también quiere más medidas para reducir el tráfico de fentanilo, así como un acuerdo sobre TikTok, que enfrenta una prohibición de operaciones en Estados Unidos. Quiere que los aliados europeos gasten más en defensa y sean más flexibles con los impuestos y regulaciones a las empresas estadounidenses.