JUAN CHÁVEZ
La Iglesia católica hizo este domingo serio llamado a la presidenta Claudia Sheinbaum para que como jefa del Ejecutivo gobierno bajo el esquema del diálogo y no de la imposición.
La Iglesia le pide a la nueva administración federal gobernar “para todo el país” porque “Imponer cambios por una consigna debilita las leyes”.
En palabras sencillas, que no se deje manipular por el tabasqueño López, que el próximo lunes 30 de septiembre, a las 12 de la noche, deja de ser presidente.
La Iglesia católica, en su editorial del semanario “Desde la fe”, hizo un enérgico llamado al gobierno que encabezará Claudia Sheinbaum, a partir del martes 1 de octubre, a no imponer voluntades oficialistas, ya que haber ganado por amplio margen en las elecciones pasadas no la exime de dialogar y tomar en cuenta las opiniones diferentes.
“Este mandato popular no significa una carta abierta para que los ganadores impongan decisiones sin abrir un espacio para el diálogo con quienes piensan diferente, con la oposición política, con los ciudadanos y los expertos en diversas áreas”, sostuvo en su editorial.
El llamado llega en medio del clima de tensión y ruptura social que impera en el país tras la llamada súper mayoría de Morena y la aprobación de polémicas reformas, como la judicial.
“Creemos, pues, que el poder que otorgan las urnas no debe utilizarse como una herramienta para imponer una visión o descartar la participación del que piensa diferente”, sostuvo.
La Iglesia confía en que la “mejor política” es la que está puesta al servicio del bien común, pues promueve “la paz, la reconciliación y el desarrollo mutuo”.
Aseguró que el amplio triunfo obtenido por el oficialismo y la próxima presidenta, debería de significar un tiempo de diálogo y no de imposiciones.
En la publicación de su semanario “Desde la fe” recordó que el pasado 2 de junio millones de personas se definieron por la opción que consideraron la mejor opción para el país en los próximos seis años.
“Este ejercicio democrático arrojó como resultado el apoyo mayoritario a la continuidad de una fuerza política que hoy concentra el gran porcentaje de los escaños y curules en los congresos del país, y también la histórica elección de la primera presidenta de México”, mencionó.
La Iglesia católica afirmó que en un sistema democrático es fundamental el principio de la escucha, de atender las propuestas diversas y alcanzar consensos necesarios.
El llamado se da luego de las resistencias a la reforma para elegir jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte por voto popular y en donde el oficialismo en el Congreso no tuvo recato en aplicar su súper mayoría, de dos terceras partes, para reformar la Constitución pese a advertencias opositoras y de integrantes del Poder Judicial.
“Ser demócrata, por lo tanto, no significa gobernar siguiendo la voluntad de un sector del país; por el contrario, el demócrata busca impulsar continuamente el diálogo”, refirió.
En este sentido, la iglesia católica insistió que el cambio de época en el país deberá ser motivo de diálogo, pues sostuvo que “imponer cambios a las leyes por consigna puede debilitar la calidad de la democracia y deteriorar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones”.
“Creemos, pues, que el poder que otorgan las urnas no debe utilizarse como una herramienta para imponer una visión o descartar la participación del que piensa diferente”, sostuvo.