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JUAN CHÁVEZ
Le quedan 25 días en el poder y solo le queda ponerle precio a México para vendérselo a Estados Unidos.
Hacer como hizo otro de los peores López que el país ha padecido: Antonio López de Santana, que le remató al Tío Sam, por 10 millones de dólares, la mitad del territorio mexicano.
Este jueves, en su aburrida e irresponsable mañanera, soltó la iniciativa de suspender las importaciones de Estados Unidos a México.
Una aberrante actitud en busca de una autosuficiencia alimentaria que nunca tendremos, que debe acometer, dejó caer el piedrazo, Claudia Sheinbaum.
A Luis Echeverría, en 1972, se le ocurrió tal locura y Alfredo Bonfil, líder de la Confederación Nacional Campesina, en demagógico discurso, le dijo al entonces jefe de la nación: “Solo los caminos dejarán de ser cultivados”.
Palabrería, simple palabrería como siempre, en el país donde no pasa nada hasta que pasa, como la agresión lopista al Poder Judicial.
En aquella ocasión del echeverrismo se logró la producción de siete millones de toneladas de maíz, suficientes para la población de antes.
Pero solo sucedió en ese año, en el que Carlos Hank González, gobernador del estado de México, montado con Echeverría en la pirámide de Teotenango, le mostró a LEA el basto Valle de Toluca colmado de color verde y le proclamó:
–Ahí tiene usted, ante sus ojos, dos millones de toneladas de maíz, para la autosuficiencia alimentaria que pretende su gobierno.
Fue ese 1972, y no paso de ahí. El Valle de Toluca fue abierto a las fraccionadoras que lo inundaron de residencias y edificios de departamento que luego plantearon la necesidad el Tren Interurbano México-Toluca, que tras 2 sexenios que se llevó su construcción –el de Peña Nieto y el de AMLO–, acaban de inaugurar el rey Lopitos y la presidenta electa Claudia Sheinbaum.
Suspender las importaciones de Estados Unidos equivaldría aquedarnos sin maíz amarillo, sorgo y otros granos, carne, principalmente vísceras que hacen la delicia de nuestras carnitas y otros productos alimentarios.
Este jueves 5 de septiembre, López Obrador, sugirió un plan de sustitución de importaciones en alimentos para el próximo gobierno de la mandataria electa, aunque reconoció que sería imposible una «ruptura» comercial con Estados Unidos, ya que es a ese país al que van más del 80% de las exportaciones mexicanas.
El dueño de Palacio Nacional, declaró: «Yo creo que hay que ir a la autosuficiencia (alimentaria) y pienso también que sería conveniente preparar un plan de sustitución de importaciones hacia adelante, yo recomendaría eso, tenemos una balanza comercial que nos favorece, no tenemos déficit».
También resaltó el superávit agroalimentario de México, que fue de 5 mil 757 millones de dólares en la primera mitad del presente año, y que representa un incremento interanual del 11.15%, acompañado de un aumento de 4.48% en las exportaciones agropecuarias y agroindustriales hasta los 28 mil 607 millones de dólares.
La propuesta lopista es tan desatinada como las que hizo durante todo su gobierno que está por extinguirse.
México forma parte de la economía globalizada a querer o no. China nos surte de sorgo y arroz y gran número de manufacturas. No podemos cerrarnos al comercio chino, en muchos casos ilegal, porque los mexicanos padeceríamos hambre y falta de vestido.
La realidad, es que en México se ha descuidado la industrialización en algunos sectores de la economía, y más en la cuarta transformación de AMLO, que le dio por construir obras faraónicas y entregarle al Ejército y Marina organismos de producción.
Consideró que es necesario fortalecer la producción en Norteamérica frente a China. «Hay sectores o mercancías o productos que se importan, que podríamos nosotros producir aquí, sobre todo tenemos una balanza muy desfavorable con relación a China, es más lo que nosotros compramos de China que lo que le vendemos».
Y si estuvo convencido de tal cuestión, ¿por qué no la enfrentó en su fatal gobierno?
Él mismo, al final de su mandato, se está acusando de pen…
