JUAN CHÁVEZ. Estaba cantada: La reforma eléctrica no pasó la prueba constitucional en la Cámara de Diputados. La oposición ganó. PAN, PRI y PRD impusieron su coalición Va por México y MC también negó sus votos a la diputación de Morena en una muestra de que los caprichos de López Obrador no pueden gobernar a México.
Los legisladores opositores demostraron además que la reforma a los artículos 4, 25, 27 y 28 de la Constitución que demandaba la propuesta de la modificación de AMLO iba “hacer daño a México” y dieron pronta, segura y definitoria lección a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y sobre todo a su presidente Arturo Zaldívar que voto contra la inconstitucionalidad de la reforma por “agachón”.
Ahora viene el litio, cuya iniciativa de ley presentó ayer como “acto de venganza” el mandamás de Palacio, bajo el rubro de “nacionalización del litio”.
En realidad, se trata de reglamentar en la Ley Minera la explotación del llamado “oro blanco” que está llamado a sustituir al petróleo, sin tanto arguende por la contaminación.
Si la iniciativa –no la he leído—va enderezada a nacionalizar las empresas extranjeras que explotan el mineral blanco, entonces sí cabe el concepto nacionalizar… equivalente a la expropiación que Lázaro Cárdenas llevó a cabo en 1938 contra las empresas extranjeras. El artículo 27 de la Carta Magna es explícito sobre el tema: los minerales del suelo y subsuelo del territorio son propiedad de la nación.
México está en el top de las 10 naciones que cuentan con mayores volúmenes de litio en sus territorios.
Este mineral, parte de las tierras raras, es considerado el petróleo del futuro por su importancia para el desarrollo de pilas de larga autonomía empleadas para los autos eléctricos. Nomás por esto representa uno de los elementos más importantes para la transición energética.
El litio, cuya producción mundial se ha duplicado entre 2016 y 2020 hasta alcanzar las 82 mil toneladas el pasado año, va camino de convertirse en uno de los elementos más demandados del mundo. ¿La razón de este renovado interés por el conocido como el oro blanco? Su importancia para las baterías eléctricas.
La Constitución Política de 1917 reserva para la Nación el dominio directo de los minerales, con la finalidad de lograr su explotación racional y de asegurar un reparto equitativo de la riqueza pública. Pero si bien, a casi cien años de la entrada en vigor esta ley fundamental, la actividad minera, ha tenido un auge como no lo tuvo antes en toda su historia, al grado de hacer palidecer en sólo diez años los pingües beneficios obtenidos durante los trescientos años de dominación española.
Los bajos salarios que se pagan a los trabajadores que se dedican a esta actividad y las elevadas condiciones de riesgo e insalubridad a que se ven sometidos; el daño al medio ambiente y los mínimos pagos que por concepto de derechos cubren al Estado las empresas concesionarias; entre otros saldos negativos, parecen indicar que el pueblo de México no se beneficia en lo absoluto de la riqueza ubicada en el subsuelo de su territorio, contradiciendo esta realidad el texto y el espíritu de la Carta Magna.
Para ayer lunes, por la exigencia presidencial de sacar su ley el mismo día, se aprobó en los general, con los votos de Morena y la abstención de los opositores de Va por México, los cambios a Ley Minera por litio. Pero la oposición reclama no ir tan de prisa y conocer bien la propuesta presidencial.
“Nosotros queremos que el litio sea para los mexicanos y junto con ‘Va por México’ propusimos que su extracción siguiera las reglas del petróleo para que no se quede enterrado”, indicó Rubén Moreira, coordinador del PRI en Diputados.
Así, con la votación de los morenistas en favor de la iniciativa presidencial, se corre, no se legisla. En lo particular, los opositores van a debatirla y harán valer sus propuestas, por eso se abstuvieron de aprobarla en lo general. Las prisas de AMLO son el diablo y sus diputados los “diablitos”…