JUAN CHÁVEZ
Claro que la operación “Limpieza” urdida por el secretario de Economía Marcelo Ebrard, es una respuesta a las amenazas de Donald Trump de imponer aranceles a México de 25 por ciento, si no deja de ser trampolín de las ilegales importaciones de China a Estados Unidos.
Piratería y contrabando son, como el narcocrimen, operaciones ilegales que México no ha combatido a fondo nunca.
Desde aquellos lejanos ayeres que la Nao de China llegaba con productos chinos a las costas del Pacífico mexicano, la práctica se hizo constante y continua desde que China, apoyada por la tecnología y las finanzas Gringas inició en los 50s del siglo pasado, su crecimiento económico, hasta convertirse la potencia competidora de Estados Unidos.
El gobierno de México planea llevar a cabo un operativo a nivel nacional para combatir el flujo de mercancías ilegales que ingresan al país, principalmente las procedentes de China, según la secretaría de Economía.
El secretario Marcelo Ebrard aseguró que la operación llamada “Limpieza” fue una instrucción de la presidenta Claudia Sheinbaum y que no solo irá contra los que venden esa mercancía que entró al país de contrabando sino contra las agencias aduaneras que permiten su entrada, los transportistas que la trasladan por el país y los que rentan los locales para su venta.
Para ello, se pedirá la colaboración de la secretaría de Hacienda, el Servicio de Administración Tributaria y de la Guardia Nacional.
El viernes pasado fue puesto en marcha de un plan contra la mercancía de contrabando y piratería que se llevará a cabo en los 32 estados del país, incluidos puertos y aeropuertos, y que el jueves 27 de noviembre se inició con el operativo en la Plaza Comercial Zaragoza.
En esa primera acción y operación contra el contrabando y la piratería fueron decomisados productos por valor de 375 mil dólares.
“Es una operación que tiene que ser permanente, se tiene que cumplir la ley”, afirmó Ebrard. “Esto tiene que ver con favorecer, proteger a la industria mexicana y a las industrias establecidas en México y al comercio que respeta las leyes”.
En el operativo del jueves, en una de las muchas plazas del centro de la capital conocidas por la venta de todo tipo productos a precios muy bajos, se requisaron más de 862 mil productos ilegales que no tenían ni un solo documento que acreditara su entrada al país y muchas veces sin ni siquiera tenían etiquetas.
El edificio tiene carteles con caracteres chinos, igual que muchas de sus tiendas, pero, según Ebrard, los productos no solo procedían de China sino también de Bangladesh, Malasia, Vietnam e Indonesia.
Estados Unidos y Canadá han expresado su preocupación por que las prácticas comerciales de México con China no estén alineadas con las de sus aliados norteamericanos.
La cuestión toral es que los contrabandistas tengan patente del Gobierno. Otra colusión más en el mundo de las ilegalidades que existe en México.