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JUAN CHÁVEZ. Si a alguien golpeó sin consideración de las autoridades, e incluso le dejó sin empleo, fue a las maestras y maestros.
Dos años sin la celebración del Día del Maestro por la pandemia, que descargó su furia infernal sobre el sector magisterial, dejaron amargas lecciones, pero también abrieron las puertas a quienes quieran seguir los caminos de la enseñanza.
Los docentes tuvieron que capacitarse a tambor batiente para responder a las clases a distancia, cuando el gobierno obradorcista decretó el cierra de las escuelas.
A muchos maestros dejaron de pagarles al segundo mes del cierre de planteles. El dominio de la tecnología y el déficit de habilidades como la escucha empática y la comunicación asertiva generaron estrés en las maestras y maestros en México, señala un estudio de la Universidad de Sonora.
En el primer trimestre de 2020 la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) reportaba más de 1 millón 914 mil trabajadoras y trabajadores de la educación laborando y 244 mil estaban ausentes, pero con vínculo laboral. Para el tercer trimestre de ese año, la cifra de profesionales dando clase bajó a 1 millón 800 mil y casi 600 mil entraron en paro, pero manteniendo su trabajo. Sin embargo, más de 100,000 personas fueron despedidas o dejaron de laborar y de ganar un salario.
Quienes siguieron trabajando enfrentaron otros retos. Han experimentado “inseguridad, frustración, ansiedad, aburrimiento, disgusto, vergüenza y miedo”, señala el estudio.
Esas fueron las emociones negativas vividas por los maestros en las clases virtuales en los tiempos agudos de pandemia.
Ahora, el 15% del personal docente de nivel medio y superior labora en la informalidad.
Además, se exige, para otorgarle una plaza, que el maestro o maestra sean innovadores y con habilidades digitales.
La necesidad de formar a los estudiantes con las competencias que demanda el mercado está generando que las instituciones educativas también valoren nuevas habilidades en los maestros; tener el conocimiento ya no es suficiente.
Sin importar la materia que vayan a impartir, las vacantes publicadas actualmente en las bolsas y plataformas de empleo ya no sólo buscan la experiencia profesional en la materia que se impartirá, también están valorando en el personal docente habilidades como la creatividad, innovación, liderazgo, orientación al estudiante, manejo de tecnología, entre otras competencias.
Son indispensables, para contratar a un maestro o maestra en las escuelas particulares, el manejo de herramientas digitales, desarrollo de contenidos, buena comunicación, creatividad. Innovación, resiliencia, autoaprendizaje, uso de redes sociales, atención a los estudiantes, mejora continua.
“El nuevo rol de los profesores nos exige capacitarnos, actualizarnos y estar informados sobre los avances en materia de educación. Así mismo interesarnos en los adelantos tecnológicos y, en la medida de lo posible, adaptar nuevas soluciones para el aprendizaje”, señaló Luisa Guillermina, catedrática de la Universidad de Sonora.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) estima que en México hay poco más de 2 millones de profesores en todos los niveles educativos que deberán transformarse de conformidad con el avance de tecnológico.
La conclusión es sencilla: no se puede formar al talento del futuro con la educación del pasado. Es legado absoluto del coronavirus y su pandemia. De cualquier forma, ¡Feliz día a todas las maestras y maestros!
