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JUAN CHÁVEZ. Lo que llamamos Semana Santa o Semana Mayor, comienza el domingo de ramos, una festividad que rememora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, montado en un borrico que los textos del Nuevo Testamento dicen que era una burra.
Sacerdotes, escribas y fariseos, sin participar en esa bienvenida del pueblo judío que luego lo desconocería también y lo sentenciaría a morir en la cruz, le temieron solo cuando él les impuso una autoridad que nadie supo explicarle quién se la había otorgado.
Este lunes santo, señalado en la Biblia como lunes de autoridad, comenzó en el estado de México la campaña electoral por la gubernatura de la entidad, en los comicios del 4 de junio.
Delfina Gómez le quitará el bastión más importante que tienen los priistas.
A partir del primer minuto del 3 de abril arrancó la jornada política en la entidad mexiquense y se
aprecia con claridad que Alejandra del Moral, la candidata de la alianza PRI, PAN, PRD y NA, no le pisará siquiera los talones a la maestra de Texcoco, que le lleva una ventaja de 19 puntos.
Durante los próximos dos meses subirán de tono las hostilidades. No obstante, lo cantamos desde ahora en estos días santos: Delfina tiene el triunfo en la bolsa, porque el gobernador Alfredo del Mazo simplemente dejó tirada a su suerte a Alejandra del Moral, ya que el gobierno estatal se mantendrá al margen de la elección en cuanto apoyo de todo tipo.
Si Enrique Peña Nieto cuando era mandatario estatal se hubiera comportado como lo hace ahora Del Mazo, éste no hubiera podido ganarle en ese entonces a la maestra Delfina Gómez. Esa es la cruda realidad, ya que mientras el hijo predilecto de Atlacomulco echó toda la carne al asador para que el PRI mantuviera la plaza, ahora el último de la estirpe delmacista ha renunciado a tal misión y ello representa, sin duda, que la coalición Va por el Estado de México, sufrirá una dolorosísima derrota con serias repercusiones para los comicios de 2024.
Se jacta Alfredo del Mazo de no haber metido las manos en las elecciones intermedias realizadas en territorio mexiquense en 2021, en las cuales los candidatos del PRI, PAN y PRD se alzaron mayoritariamente con la victoria, al tiempo de recuperar municipios que estaban en manos de Morena y sus aliados.
Sin embargo, ello no corresponde totalmente a la realidad, ya que si bien es cierto que el góber se mantuvo al margen, la verdad es que los candidatos ganadores estaban que echaban chispas por la falta de apoyo del priista número uno de la entidad y hasta la fecha existe ese ánimo de animadversión contra el jefe del Ejecutivo estatal.
Salvo que la militancia de los aliancistas salga a rifársela en las calles y que la clase política priista que tienen la franquicia del grupo Atlacomulco, le metan billete y capacidades políticas a la campaña y los empresarios de abolengo que han crecido a la sombra del PRI y del PAN hagan lo mismo, pues no diríamos que la suerte está echada a favor de Delfina Gómez, más cuando Movimiento Ciudadano, de Dante Delgado, huyó como las “chachas”, favoreciendo a Morena.
El PRI de “Alito” y sus aliados deberían desparramar su creencia en Dios, en esta semana en que se conmemora la pasión del Cristo muerto en la cruz. O aceptar que Alejandra marcha sola hacia su crucifixión… política, desde luego.
