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JUAN CHÁVEZ. Así como no se duda ya del encumbramiento de la morenista Delfina Gómez al Palacio de Gobierno de Toluca, las corrientes del PRI están convencidas de la traición de Alfredo del Mazo Meza al Partido Revolucionario Institucional.
A grito abierto, se sabe que Del Mazo consultó con el presidente López Obrador y recibió la orden de “no meterse en el proceso electoral” y dejar sola a Alejandra del Moral, la candidata postulada por la Alianza va por el Estado de México (PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza).
De esa suerte “compró” su impunidad a los esquemas de corrupción que el gobierno morenista le tiene como gran expediente que lo llevarían directo a la cárcel, como sucedió con Emilio Lozoya.
Del Mazo pues se dobló y pasó a sumarse a la mediocridad de sus personeros, sobre todo en estos días en que ha instruido a su gabinetes, colaboradores y amigos cercanos, a no votar por Alejandra y elevar la ventaja de Delfina.
No sólo “echó para atrás los filders”, retiró apoyos, logística, presupuesto estatal para promover y difundir a la candidata y a su campaña, sino además giró instrucciones precisas a personal de gobierno y de su entorno político para mantenerse al margen.
Después de semanas de campaña, la ausencia del gobernador ha sido evidente. Es decir, ya no se trata de versiones confidenciales provenientes de círculos cercanos a su oficina, sino de la constancia irrefutable de su absoluto desapego y distancia con la campaña de Alejandra.
A su joven secretaria, candidata impuesta por el propio Del Mazo, quien insistió en que fuera precisamente ella, la dejó sola, con los muy limitados recursos del partido y con la capacidad de movilización reducida en distintos municipios.
Ambos lo negaron. La candidata afirmó que tenía todo el apoyo, y oficiosos mensajeros del gobernador comunicaron que era falso y estaban “con todo”.
Las nuevas versiones señalan que a puerta cerrada a funcionarios de su gobierno y a operadores del PRI en el estado de México, les exigió que concentrarán toda su energía en apoyar a ¡Delfina Gómez!
No será, sin embargo, el primer priista en hacerlo —ahí están los casos recientes de Hidalgo con Omar Fayad y de Oaxaca con Alejandro Murat—.
A Del Mazo le importó un comino que la entidad mexiquense revista una importancia especial.
No sólo por tratarse del último bastión emblemático del priismo —Grupo Atlacomulco, Peña Nieto, etcétera—, sino por las potenciales consecuencias que una victoria de Morena pueda tener para las elecciones federales de 2024.
El estado de México posee la mayor reserva de electores en el país. Un triunfo de Morena en los municipios mexiquenses fortalece la percepción de que su victoria en 2024, pareciera imbatible.
Del Mazo ha decidido que la tendencia en las encuestas favorable a Delfina por 8, 10 o 12 puntos —según el sondeo consultado— será definitiva y apuesta “su resto” por Morena.
La pregunta es si la cuenta bancaria por 100 millones de euros identificada en Andorra y ligada a Alfredo del Mazo, tendrá que ver con su postura política.
