JUAN CHÁVEZ
El asesinato de los dos altos funcionarios de la jefa de Gobierno Clara Brugada, son la alarma de que el crimen organizado apunta sus balas letales contra integrantes de los gabinetes de los gobernantes.
El narco crimen tiene “licencia absoluta” para matar en la Ciudad de México.
Además, se piensa que el crimen organizado ha tocado a las puertas de Palacio Nacional.
La doble ejecución de altos funcionarios del gobierno capitalino, señalan también que el crimen organizado sigue haciendo gala de su organización. Ahora, hay que aceptar que está súper organizado, si no se da pronto con el autor material que salió a pie, tras los siete disparos con que liquidó a los dos altos funcionarios de Clara Brugada.
Sobre todo, urge que se despeje la motivación del doble crimen y se dé con el o los autores intelectuales.
“Se va a llegar al fondo”, declara la presidenta y el cuerpo de investigadores encabezado por el fiscal general de la República, Alejandro Hertz Manero.
Claudia Sheinbaum, tras ser informada de la doble ejecución, precisó:
«Desde el gobierno de México enviamos condolencias a sus familiares y todo el apoyo que requiera la jefa de gobierno. Vamos a llegar al fondo de esta situación y que haya justicia y nuestro apoyo incondicional a la jefa de gobierno y por supuesto nuestra solidaridad y apoyo a los familiares de estas dos personas que vienen trabajando en nuestro movimiento desde hace mucho tiempo, los conocemos».
Pero sin duda, el doble homicidio a plena luz de día, en la Calzada de Tlalpan, una de las más transitadas y vigiladas de la Ciudad de México, de Ximena Guzmán, secretaria particular de la jefa de Gobierno de la capital del país, Clara Brugada, así como su principal asesor, José Muñoz, escala el efecto intimidatorio del ocurrido en junio de 2020 cuando, de madrugada, atentaron en Paseo de la Reforma contra Omar García Harfuch, entonces secretario de Seguridad en el Gobierno capitalino que encabezaba Claudia Sheinbaum.
Aquel intento de asesinato que se atribuyó al cártel Nueva Generación, en el que perdieron la vida dos escoltas, pese a su gravedad por lo inédito, no mereció mención alguna del agredido Harfuch, en la entonces mañanera de López Obrador.
Ayer, los asesinatos de los colaboradores más cercanos a Brugada tocaron de inmediato las puertas de Palacio Nacional, donde le tocó a Harfuch, ahora como secretario de Seguridad Pública del país, pasarle una nota y luego explicarle a la presidenta lo sucedido a unas cuantas cuadras mientras transcurría su “mañanera del pueblo”.
Y es que, aunque la destinataria es claramente la jefa de Gobierno, por alguna eventual decisión de Gobierno que no haya sido del agrado de algún grupo mafioso, para aumentar la presión e intimidar a los que se les sigan resistiendo dentro del equipo de Brugada, es también un desplante del narco poder al Gobierno de la República, cuando ningún centro de inteligencia policial previó o capturó al sicario que ejecutó sin contratiempo alguno este doble homicidio, pese a que evidentemente fue largamente planeado.
“Lo vi morir”: Vecino de la Moderna narra cómo el atacante escapó a pie tras asesinar a los colaboradores de Brugada.
Alrededor de las 7:15 horas del martes 20 de mayo, Miguel Ángel caminaba sobre Calzada de Tlalpan, en el cruce donde fueron asesinados Ximena Guzmán, la secretaria particular de Clara Brugada, y José Muñoz, coordinador de asesores de la jefa de Gobierno de CDMX.
“Cuando di la vuelta hacia Tlalpan, el hombre ya estaba agonizando. Eran las 7:15 cuando lo vi morir porque todavía estaba respirando”, dijo el vecino en entrevista con Ciro Gómez Leyva.
El sitio donde fueron ejecutados, era común para Ximena y José. Ella lo recogía todos los días a esa hora, para absorber juntos, en el auto de ella, los seis kilómetros, rumbo al Palacio del Antiguo Ayuntamiento, en el Zócalo de la ciudad.