JUAN CHÁVEZ
Hasta ayer lunes, sumaban 24 los candidatos y aspirantes asesinados en el proceso electoral actual, con vista a los mayores y más complejos comicios de la historia.
Cerca de 30 aspirantes se han bajado de la contienda, ante las amenazas de muerte que han recibido.
El crimen organizado, que domina gran parte del territorio nacional, está imponiendo sus criterios para dejar pasar a la contienda a los candidatos que le son afines.
Gisela Gaytán, candidata del partido oficialista Morena a la alcaldía de Celaya, fue asesinada este lunes durante un acto de campaña, en el marco del aumento de la violencia contra aspirantes a puestos en gobiernos locales.
La candidata se encontraba en la comunidad de San Miguel Octopan, que se ha visto afectada por la delincuencia organizada en los últimos años, y acababa de denunciar la situación de inseguridad en la zona. «La ciudadanía ha perdido su paz y su libertad debido a esta situación, y en su lugar se vive un ambiente de constante temor», había declarado.
Ante el reiterado cuestionamiento acerca de si había solicitado seguridad, Gaytán reafirmó que el partido ya había iniciado el proceso por el medio jurídico estatal y estaba a la espera de noticias al respecto.
Pero las noticias le llegaron vía plomo.
Su compañera de partido y candidata a la gobernación de Guanajuato, Alma Alcaraz, suspendió temporalmente su campaña hasta dar «un posicionamiento oficial» por respeto «a la irreparable pérdida» de Gaytán.
«Estoy consternada, enojada, triste y de luto. (…), indicó en la red social X, anteriormente conocida como Twitter.
Los gobiernos estatal y federal condenaron el asesinato de Gisela y declararon que no quedará impune… que es el caso de los demás crímenes de políticos hasta ahora.
Desde que comenzó el proceso electoral en México, 24 políticos y candidatos de distintos partidos políticos han sido asesinados.
La violencia sigue siendo una amenaza para los políticos que se hallan bajo el acecho de los cárteles de la droga.
Guerrero, Guanajuato, Veracruz, Estado de México, Puebla, Michoacán, Morelos, Chiapas, Colima, son los estados donde aspirantes y candidatos han sido víctimas del crimen organizado. Todos, han caído bajo las balas de los sicarios o “grupos de civiles armados”, como los llama Palacio para restarles perfil a los asesinos.