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JUAN CHÁVEZ
La pausa de un mes, es cosa de risa para el presidente Trump que ayer impuso 25% de arancel a las exportaciones de acero y lámina de México y Canadá, y con alcance a los países que tengan este tipo de ventas a Estados Unidos.
El republicano, al anunciar aranceles de 25% a las importaciones de acero y aluminio, señaló que “No es suficiente” lo que han hecho México y Canadá.
Los hechos, en la controversia de la presidenta Sheinbaum con su secretario de Economía, Marcelo Ebrard, terminan por darle la razón al funcionario, que declaró, respecto a la “pausa arancelaria de un mes”, que “no había garantías”.
Donald Trump ordenó aplicar aranceles del 25% a las importaciones de acero y aluminio, impactando principalmente a Canadá, México y Brasil, que proveen la mitad del acero que consume ese país. La Casa Blanca confirmó que la medida será global, sin excepciones para ninguna nación y que entrará en vigor el 4 de marzo.
“Esto es importante, vamos a hacer a Estados Unidos rico de nuevo”, afirmó el presidente Trump desde el Despacho Oval, adelantando que esta misma semana anunciará nuevas tasas para los países que imponen altos gravámenes a productos estadounidenses.
Dijo que sopesaría imponer aranceles adicionales a automóviles, productos farmacéuticos y chips informáticos.
Ante esta decisión, la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y del Acero (Canacero) urgió al gobierno mexicano a responder con “represalias proporcionales e inmediatas” a productos siderúrgicos de origen estadounidense.
La Industria Nacional de Autopartes (INA), por su parte, advirte que aunque el nuevo arancel no afectará directamente la manufactura en México, el sector automotriz estadounidense podría sufrir un fuerte impacto económico.
Trump también dijo que no ha visto suficiente acción de Canadá y México para evitar los aranceles que ha amenazado con imponer a los dos mayores socios comerciales del país.
“No, no es suficiente”, dijo. “Algo tiene que pasar. No es sostenible. Y lo estoy cambiando”.
La semana pasada Trump había puesto en pausa de un mes los aranceles de 25%.
Lo evidente es que con los aranceles México sufrirá una afectación terrible en su economía.
Podrá haber un mínimo de 15% de pérdida de empleos en ese sector manufacturero que genera 4 millones de empleos formales.
La producción mundial de acero bruto alcanzó los 1,890 millones de toneladas en 2023, de las que más de la mitad (1,020 millones de toneladas) fueron producidas por China, primer fabricante mundial, según las últimas cifras disponibles de World Steel.
Estados Unidos, muy por detrás con 82 millones de toneladas producidas, importó 26 millones
400 mil toneladas de este metal en 2023, siendo así el segundo importador mundial, por detrás de la Unión Europea.
Con el sueño de hacer a Estados Unidos “rico de nuevo”, Trump instaura su política arancelaria que, en el caso del aluminio y el acero, es “darse un balazo en el pie”.
Los productos de la industria siderúrgica estadounidense se encarecerán en la misma proporción del arancel impuesto por Trump a las importaciones de acero y aluminio y, claro, los consumidores gringos terminarán pagando el “plato roto”.
Además, es obvio que se desatará la guerra comercial entre Estados Unidos y China, primer productor de acero en el mundo.
Debe quedar claro, además, que México le compra a Estados Unidos más de lo que le vende, en materia de acero y aluminio, de acuerdo con datos de la secretaría de Economía
