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JUAN CHÁVEZ
El país no está militarizado, afirma el presidente López Obrador.
Lo evidente es que las Fuerzas Armadas están en las calles a título de dar una seguridad a la sociedad, que no existe, porque todos los días hay ejecuciones.
En las últimas semanas, el crimen organizado ha estado matando a civiles en bares, en fiestas y en puestos de tacos.
Los operativos se anuncian después de los hechos sangrientos. No hay prevención, aunque la Guardia Nacional y militares y marinos se paseen a bordo de camionetas armada de potente ametralladora. El presidente, inclusive, anuncia que enviará más miles de militares frente a las masacres, “para resguardar la seguridad”.
El presidente, desde Mérida, negó que se haya militarizado al país y justificó las tareas de las Fuerzas Armadas ‘ya que era la única forma de terminar con la corrupción al encontrar un desastre en el funcionamiento del Gobierno’
Defendió la participación de las Fuerzas Armadas en la construcción de obras públicas y negó que eso signifique que se haya militarizado al país.
Durante su conferencia matutina, el mandatario justificó que era la única forma terminar con la corrupción ya que encontraron “un desastre en el funcionamiento del Gobierno”.
“Se habla de que ya en todo está el Ejército y la Marina, pero debe de entenderse que nosotros llegamos al gobierno y encontramos un desastre en el funcionamiento del gobierno, para decirlo de otra manera, o utilizando el símil del elefante, nos encontramos un elefante, echado, mañoso, reumático que lo tuvimos que parar y empujarlo para que caminara porque el gobierno no estaba preparado para servir al pueblo”, declaró.
López Obrador insistió que el gobierno era un facilitador para los negocios y las transas, “el gobierno ayudaba, era el intermediario para que unos cuantos traficantes de influencias se quedaran con bienes de la nación, con bienes del pueblo y con el prepuesto público”, justificó.
Ante este panorama pintado por el inquilino de Palacio, cabe preguntarse, al margen de la militarización o no militarización, qué hacen sus hijos con los negocios millonarios que, incluso, prolijan a sus amigos.
Desde Mérida, Yucatán, el Mandatario dijo que prefirió apoyarse en las Fuerzas Armadas para transformar al país y encargarse de las obras prioritarias.
“Entonces, nos apoyamos en la secretaría de la Defensa y de Marina, no es militarizar el País, es apoyarnos en dos instituciones que son pilares del Estado mexicano y que nos han ayudado mucho para cumplir con nuestra responsabilidad de Gobierno”, sostuvo.
“Con los ingenieros militares hicimos el Aeropuerto de la Ciudad de México, el Aeropuerto Felipe Ángeles en dos años y medio, con los ingenieros militares hicimos el Aeropuerto de Tulum en un año cinco meses. Con los ingenieros militares vamos a hacer el hospital más grande de México, de 300 camas, en año y medio, a lo mejor en menos, porque lo tenemos que inaugurar en septiembre de este año”, dijo.
Y para que no haya duda, habrá más militarización, el presidente anunció que la Sedena llevará a cabo el mantenimiento de carreteras federales que fueron afectadas por las obras del Tren Maya.
“El compromiso es que ya a partir de marzo, abril, vamos a empezar a mejorar todas las carreteras, básicamente las que se afectaron, se dañaron con el traslado, con el tráfico de materiales de construcción para el Tren Maya”, indicó.
Resulta inexplicable que las empresas constructoras no hayan protestado por el arrebatamiento de obras civiles que el titular de la 4T les hizo.
Carlos Slim, por ejemplo, con su CARSO, quedó hundido en la inacción constructora.
