JUAN CHÁVEZ
Aunque la elección del Poder Judicial del domingo primero de junio resultó con una abstinencia muy alta, de igual manera resultó la nulidad de votos.
El 23% de los sufragios que fueron emitidos en la elección de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) fueron nulos. Sumaron 26 millones 600 mil solamente en ese rubro.
En esta cifra aparece también el voto no marcado.
En la elección judicial, el Instituto Nacional Electoral (INE) clasificó de dos formas los votos que ciudadanos no le otorgaron a ninguna candidatura.
Es decir, una parte de las 12 millones 900 mil personas que se presentaron a votar, emitieron sus nueve votos para elegir nueve ministros de la Corte, pero otros hicieron inválidos sus sufragios por dos vías.
La primera, con números inválidos o no dejaron expresa su voluntad, con lo que esos sufragios se anularon, y otra fracción de ciudadanos dejó vacíos los recuadros o puso marcas en sus boletas (leyendas, dibujos, taches, nombres de artistas o personas no candidatas), lo que en los hechos también son sufragios inválidos.
Sin embargo, el INE sólo contabilizó como votos nulos 12 millones 600 mil (10.8%) y en clasificación aparte colocó otros 14 millones de “recuadros no utilizados” (12%), lo que también fueron votos no emitidos, por tanto, anulados.
Muchos votos, por ejemplo, fueron por Shakira, lo que los remetió al paquete de anulados.
Por todo ello, Ricardo Sanginés, experto de Práctica: Laboratorio para la Democracia, indica que es factible concluir que el rechazo a la elección judicial, aún de electores que fueron a las urnas, fue superior y más del doble del reportado por el INE.
“Este tema específico de los votos nulos y de los votos no usados, de los recuadros no usados, creo que es una especie de división medio artificial para bajar el número de votos nulos, o sea, que no se vea, que no se diga tan directamente pues los votos nulos son éstos”, señala.
En entrevista, Sanginés recuerda que en ninguna otra elección el INE ha hecho esa distinción, por tratarse de boletas distintas a las que ha habido antes, pero los dos tipos de situaciones, votos nulos y votos (recuadros) no usados, al final son lo mismo: no son válidos.
El dato de votos nulos tiene muchos más efectos que sólo la estadística electoral, pues a mayor número de boletas nulas más se reduce el porcentaje de participación ciudadana y el voto efectivo decrece aún más.
Y en esta elección la participación, ya de por sí baja, de 13% para la elección de integrantes de la SCJN, verá aún más reducido el voto válido al descontarse los sufragios nulos.
En noviembre pasado el INE aprobó sus Lineamientos para la preparación y desarrollo de los Cómputos Distritales, de Entidad Federativa, Circunscripción Plurinominal y Nacionales del Proceso Electoral Extraordinario del Poder Judicial de la Federación.
Los Lineamientos, que operan como un manual sobre cómo serán identificados las diferentes modalidades de marcas, establecieron que cuando la boleta “contiene marcas en toda o la mayor parte, sin que sea posible identificar el sentido de un voto: Se asignará una clasificación específica en el sistema como “boleta con recuadros no utilizados”.
El ejemplo de esa situación que quedó consignado fue una leyenda “voto por Shakira” en toda la papeleta, los rayones en el total de la superficie, la ausencia de toda marca o un tache sobre toda la boleta, lo que siempre ha sido considerado un voto nulo.
De acuerdo a los lineamientos del INE ni siquiera una boleta totalmente en blanco fue voto nulo.
Una boleta en blanco, según el INE, fue considerada una “boleta con recuadros no utilizados”.
De este último tipo de papeletas halladas en los paquetes el Instituto no dio información en los resultados de cómputo, pues sólo aparece el dato “recuadros no utilizados”.
Eso redujo drásticamente, al menos en términos de la estadística del INE, el concepto de voto inválido, aunque Sanginés explica que ambas modalidades, el voto sí reconocido como nulo y el recuadro no marcado, son sufragios nulos.
Deberían sumarse ambos porcentajes, lo que da 26%, explica, “porque en ninguna otra elección tienes esa distinción. Entiendo tiene que ver mucho con que hay bastantes recuadros y son números y la complejidad, pero a final de cuentas los votos nulos y los recuadros no usados tienen la misma interpretación política que un voto nulo, y por tal razón deberían sumarse”.