>> De acuerdo con el Inegi y el Banco Mundial, con la pandemia, niñas, niños y jóvenes mexicanos perdieron aprendizajes equivalentes a dos años
ADRIANA DELGADO RUIZ @AdriDelgadoRuiz (El Heraldo de México). Faltan pocos días para el inicio de un año que llega cargado de retos. Más allá de la política, a los mexicanos de a pie nos inquietan sobre todo cuatro temas que inciden directamente en nuestras familias y bolsillos: la salud, la educación, el dinero y la seguridad pública. ¿Cómo se ve el panorama?
Todos llevamos años padeciendo las carencias del sistema de salud pública. Falta de medicamentos y equipos médicos, además de clínicas y hospitales deteriorados. Aun así, en el presupuesto 2023 el programa de Suministro de Claves de Medicamentos viene con una reducción de 25.4 por ciento, también bajo el argumento de que se ha buscado eliminar la corrupción y los muy elevados sobreprecios que solían pagarse. Sin embargo, no deja de ser preocupante que siga sin haber tratamientos para enfermedades tan severas como el cáncer.
El programa de Vacunación tiene un recorte de 55.2 por ciento, explicado por la reducción en el gasto de inmunizaciones por la pandemia, pero también incide en otras muy necesarias. Recientemente, el subsecretario Hugo López-Gatell pidió a los jóvenes no vacunarse contra la influencia para dejar esa oportunidad a las personas mayores, cuando hace pocos años esa protección se aplicaba masivamente.
Los Recursos a Inversión en Salud sí tienen un aumento muy sustancial de 73 por ciento en términos reales, para obra pública, equipo e instrumental médico y de laboratorio, así que bien podrá empezar a notarse una diferencia positiva.
En educación, el reto es enorme. De acuerdo con el INEGI y el Banco Mundial, con la pandemia, niñas, niños y jóvenes mexicanos perdieron aprendizajes equivalentes a dos años de escolaridad y por lo menos 628 mil estudiantes entre 6 y 17 años interrumpieron sus estudios. Además de recuperar todo ese rezago, hay que dar seguimiento a los resultados del nuevo modelo curricular en la educación básica que se implementó como prueba piloto en mil planteles para este ciclo escolar. La SEP anunció que en enero iniciará una capacitación intensiva sobre ello para 1.2 millones de trabajadores de la educación.
El presupuesto para 2023 tiene más focos de atención. El programa La Escuela es Nuestra, que sirve para dignificar las condiciones y equipamiento de los planteles, tendrá un incremento de 87.7 por ciento, muy necesario para ir superando las condiciones tan precarias en que muchos tienen que estudiar. Aun así, el presupuesto educativo global aprobado es dos por ciento menor en términos reales al de 2019, previo a la irrupción de la Covid.
En cuanto a nuestro bolsillo, hay que cuidarlo. En 2023 se espera que la inflación baje considerablemente, pero el crecimiento del país también va a desacelerarse a la mitad. Las tasas de interés continuarán elevadas así que debemos cuidar el uso del crédito, gastar con responsabilidad y aplicarnos en conservar el empleo.
También hay que cuidarnos de no ponernos en el ojo de la delincuencia. Las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública dicen que el delito más cometido en el país sigue siendo el robo. Las modalidades más comunes, de vehículo, a negocio y a transeúnte.
El gran pendiente de la seguridad son las mujeres. La violencia familiar es el segundo delito más cometido. El victimario más común de una mujer suele estar en su propio hogar. La violencia vicaria es la expresión más cruel de la violencia de género y no está tipificada en las leyes. El feminicidio sí, pero solo 24 por ciento de los homicidios de mujeres se investigan con esa perspectiva.
Hagamos conciencia. El fraude, el narcomenudeo y el homicidio también siguen siendo focos rojos.
Viene un año complicado, pero como todo inicio, debemos ver el reto como una oportunidad para un horizonte más prometedor.
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