El campo minado

DULCE MARÍA SAURI RIANCHO*

SemMéxico, Mérida, Yucatán. “Campo minado”: expresión popular que describe una zona sembrada de trampas susceptibles de explotar al menor toque. Si empleamos el símil de “minas antipersonales” nos encontraremos con la definición de Wikipedia: “Están diseñadas para matar o incapacitar a sus víctimas. Se utilizan para colapsar los servicios médicos enemigos, desmoralizar a sus tropas, y dañar vehículos no blindados. Por ello, se busca sobre todo que hieran gravemente o mutilen, y no tanto que maten, ya que las consecuencias de un herido en la guerra son más problemáticas que las de un muerto”.

Más de 60 países tienen este tipo de artefactos sembrados en su territorio, secuelas de enfrentamientos antiguos o, desafortunadamente, tan actuales como en la guerra que se libra en Ucrania o algunos ejemplos locales como los recientes acontecimientos de Michoacán.

Utilizaré esta situación como metáfora —esto es, en sentido figurado— para describir las dificultades y riesgos que habrán de ser sorteados por la sociedad para que la vida democrática de México se mantenga y fortalezca en los próximos meses.

Empecemos con el “sembrador” de minas por excelencia que es, sin duda, el Presidente de la República. No busca acabar con la democracia, sino debilitarla, cooptarla, ponerla a disposición de su voluntad.

Contra el INE

Previo a la elección intermedia de 2021, más concretamente cuando se definieron las candidaturas a los gobiernos estatales que habrían de elegirse entonces, se inició la arremetida contra el INE desde el púlpito mañanero de Palacio Nacional.

La mayoría morenista en la Cámara de Diputados redujo su presupuesto, a pesar de haberle conferido tareas adicionales como la consulta popular sobre los expresidentes o la revocación de mandato de marzo de 2022. Los ataques se intensificaron con el anuncio y posterior envío de la iniciativa de reforma constitucional para restringir la independencia del INE y del Tribunal Electoral (Tepjf) que, al no prosperar, fue sustituida por reformas de ley que podían aprobarse con los votos de la mayoría oficialista.

Decisión

Fueron meses muy difíciles los que mediaron entre septiembre de 2022 y junio de 2023, cuando finalmente la Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró inconstitucionales las reformas realizadas por Morena y sus aliados. Pero las minas habían sido sembradas, entre otras, la desconfianza de un sector de la población hacia el órgano electoral. A lo que hay que sumar la incertidumbre respecto a la conducción del proceso electoral que se acrecentó con la llegada de una nueva presidenta y tres consejeros.

Poco, por no decir nada, pudieron hacer el INE y el Tribunal para frenar los procesos internos para elegir las candidaturas presidenciales. Pudo más el banderazo de salida dado desde Palacio Nacional al día siguiente de las elecciones en Coahuila y Estado de México, que la norma por la que se establece la tercera semana de noviembre como la fecha para presentar precandidaturas e iniciar la campaña interna por 60 días.

Las denominadas “corcholatas” salieron destapadas a recorrer el territorio nacional. A las oposiciones no les quedó otro camino más que iniciar su propio proceso, al que llamaron “designación de la persona responsable de la construcción del Frente Amplio x México (FAM)”, que habrá de culminar el domingo 3 de septiembre. No son buenas noticias que el INE no haya logrado controlar las “calenturas” políticas presidenciales, que se haya visto forzado a normar algo que, a todas luces, es anticipado. Las minas de la elusión a la ley electoral quedaron sembradas.

Proceso oficial

El 4 de septiembre próximo, comienza formalmente la organización de las elecciones del 2 de junio de 2024. Para entonces ya estarán designadas las personas del Frente Amplio x México (FAM) y tres días después, de Morena y sus aliados políticos.

¿Qué harán los “embriones” de candidatos presidenciales, los “innombrables”, durante 75 días, hasta que puedan ser presentados oficialmente como precandidato/as de sus respectivas formaciones políticas? ¿Campaña? ¿Se guardarán y quedarán calladita/os hasta que lleguen los tiempos legales? ¿O abonarán con su conducta a la percepción de debilidad de las instituciones electorales, que seguirán emitiendo resoluciones recibidas como “llamadas a misa”?

Orden del Presidente

Por la parte oficialista, Morena hará lo que indique el Presidente de la República, legal o no, para conseguir la ventaja electoral y consolidarla. Desde la mañanera, López Obrador continuará atacando a quien considere que puede lastimar a su candidata/o.

Una y otra vez el Presidente de la República ha “bateado” impunemente medidas cautelares y amparos. Las minas de la desobediencia presidencial han sido activadas. El mal ejemplo contagia. ¿Se imaginan, amigos lectores, a Morena respetando topes de gastos de campaña, rindiendo cuentas, si su “mandamás” hace caso omiso de la ley?

La conclusión es peligrosa: si el resultado electoral no es del agrado del presidente López Obrador, ¿lo aceptará o lo desconocerá?

En estricto apego a la ley, la alternativa encarnada en el FAM no debería eludirla, pero tampoco podía quedarse impasible mientras los adversarios aprovechaban las debilidades del árbitro electoral. Fue así que los procesos internos van.

La alta calidad de los cuatro aspirantes del FAM que participaron en el Foro Visiones de México quedó sobradamente comprobada. Hoy conoceremos la terna de aspirantes que participarán en los cinco foros regionales, uno de los cuales se realizará en Mérida. Hay oportunidad de engrosar la lista de registros para participar en la votación del 3 de septiembre: tenemos hasta el 20 de agosto. Después, vendrá el páramo de los 75 días que habrá de llenarse con trabajo de organización y avances del proyecto de país.

Otra tarea crucial espera al Frente. Consiste en la formulación del convenio de coalición entre los partidos políticos que deberá ser registrado a finales de noviembre. La pieza central será el compromiso del gobierno de coalición, de lograr el triunfo electoral.

Retos

Cada día tendrá sus propios retos: el Frente, para permanecer unido, representando partidos y ciudadanía; para resistir los embates que buscan dividirlo, desdibujarlo. La tarea inmediata para quienes creemos en una alternativa de futuro para México consiste en fortalecer la participación ciudadana hacia el 3 de septiembre. Y después, consolidar las redes ciudadanía-partidos políticos para la elección de 2024.

Las minas antipersonales se desarman e inutilizan. Entonces se puede recorrer el camino sin zozobras. Desactivemos las minas contra la democracia con participación ciudadana. No tenemos alternativa. Sí se puede.

Correo: [email protected]

*Licenciada en Sociología con doctorado en Historia. Exgobernadora de Yucatán

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