PEDRO JIMÉNEZ RODRÍGUEZ. Hablando claro, Miguel Angel Osorio Chong no dejo por su voluntad la coordinación de la mini bancada, pero al fin bancada, es lo que hay, del PRI en el Senado.
No, no renuncio, ni dejo la coordinación, como dijo cuándo se vio perdido, para que hicieran lo que se les antojara a los senadores, que cansados de soportar sus desplantes autoritarios, mayoritariamente decidieron unirse para quitársela.
Lo cierto es que el plan de quitarle la coordinación al Chino, como se le conoce por esas tierras hidalguenses que alguna vez gobernó, estaba fraguado desde 1919, cuando entro Alejandro Moreno a dirigir el PRI.
No había manera de detener su relevo, pues a Osorio Chong se le acabaron los apoyos en el momento en que se decretó el triunfo del hoy presidente Andrés Manuel López Obrador.
Es muy sencillo: El Chino era de los preferidos de Enrique Peña Nieto, igual que un tiempo fue el niño consentido Elba Esther Gordillo, quienes, lo encumbraron, aquel hasta la Secretaría de Gobernación y la maestra a la gubernatura de Hidalgo.
Queda en la imaginación de cada quien, si Osorio Chong fue leal a sus benefactores o los traiciono para seguir adelante con su carrera política, la cual soñó coronar con la candidatura a la Presidencial de la República.
Hoy Osorio Chong llora por su destitución, por la pérdida de poder, y culpa a Alito Moreno de su desgracia, pero se olvida que él fue quien reto al todavía dirigente de lo que queda del PRI, quizás pensando que Peña Nieto le había dejado escriturada la coordinación parlamentaria.
Más aún, asegura que es ilegal la elección, que no designación, del guerrerense Manuel Añorve Baños, para coordinar a los senadores priístas, olvidándose de que son los propios senadores los que eligen a su “pastor”, sí, quizá movidos por alguien, pero al final son los que deciden.
El propio Jorge Carlos Ramírez Marín, hoy vice coordinador, aclaro poco antes de la reunión en la que se decidió el relevo, que este movimiento estaba planeado desde que tomaron posesión de su escaño, a fin de ponerse a tono con la realidad política.
Los senadores del PRI, dijo, acordaron que el relevo en la coordinación se haría cada seis meses, pero se dejaron llevar por la inercia o quizá la conveniencia, porque vaya usted a saber que les dio Osorio Chong, para que lo dejaran en la coordinación y manejando un presupuesto muy jugoso.
En fin, ahora el otrora poderoso Osorio Chong está en la orfandad política y su destino es incierto, pues si bien no ha anunciado su renuncia a la militancia priísta, anunció que va a actuar como senador independiente y deja la puerta abierta para su incorporación a cualquier bancada o movimiento, lo cual podría llevarlo a la expulsión del PRI, por violar los estatutos.
Veremos.
EL PULSO.- Por cierto, Manuel Añorve llega a la coordinación de la bancada del PRI en el Senado después de recorrer la milla haciendo “talacha”, ya que siempre ha sido militante del PRI y ha servido a muchos dirigentes y coordinadores e incluso gobernadores de su Estado. Hoy la revolución le hace justicia y tiene la oportunidad de hacer un buen cierre de sexenio, y posesionarse para lo que viene después del 2024. Tiene mucha experiencia política, cultura general, conoce las leyes porque es doctor en derecho y aprendió muchas cosas al lado de “Chuchas cuereras” como Manlio Fabio Beltrones, Beatriz Paredes, Ángel Aguirre Rivero y muchísimos más políticos de la vieja guardia. Suerte doctor*** Los que harían muy bien en alinearse con su nuevo coordinador son los senadores y senadoras que mantuvieron el apoyo a Osorio Chong, hasta el último momento. Deben entender Sylvana Beltrones, Claudia Ruiz Massieu, Eruviel Avila y demás que no votaron por Manuel Añorve, que el Chino ya se fue y no tiene caso seguirlo.