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TERESA GURZA
Los efectos del cambio climático han afectado a todos los animales y de modo especial a las abejas, que en los últimos 10 años han disminuido 75 por ciento.
Y como sin ellas no tendríamos alimentos, porque contribuyen a polinizar el 70 por ciento de los principales cultivos del planeta, varios grupos de científicos están indagando qué hacer para ayudarlas.
Un artículo de Georgina Rannard publicado este 22 de agosto por la BBC, informó que Universidades británicas y la Universidad Técnica de Dinamarca realizan en Londres un estudio encabezado por Geraldine Wright, que elaboró un super alimento que contiene los esteroles que están en el polen y permitió a las abejas de su experimento, tener hasta 15 veces más crías.
También nosotros podemos ayudarlas, plantando hierbas que les gustan: menta, lavanda, romero y albahaca y flores como zinnias, girasoles, margaritas y equináceas y colocando platos con agua y piedritas donde puedan pararse para beberla.
En Guatemala investigadores de la Universidad San Carlos y campesinos se unieron para destacar el aporte de las abejas meliponas, que hace siglos domesticaron los mayas, a los ecosistemas y economía rural.
Según relató de Cindy Espina en El País tras los huracanes Iota y Eta que en noviembre de 2020 asolaron la aldea Campur, los vecinos huyeron a las montañas llevándose sus colmenas; las domesticaron siguiendo instrucciones del Códice Maya y lograron que entren y salgan de troncos por un agujerito.
En la Universidad de Leicester, donde analizan el comportamiento de las avispas Joya, descubrieron que expuestas al frío y la oscuridad dejan de envejecer porque entran en periodos de hibernación, llamados diapausa.
Y como su ADN tiene características parecidas a las nuestras, su investigación revela que el entorno puede modificar el ritmo del envejecimiento.
Buenas noticias han sido también, el hallazgo de 70 ranitas de Darwin en el Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, el más antiguo de Chile y ubicado en la Región de Los Lagos.
Y de una desconocida luciérnaga en el Bosque de Chapultepec.
El Mercurio precisó que esta ranita que mide tres centímetros y está casi extinguida, fue descubierta por el naturalista inglés Charles Darwin durante su paso por Chile en 1834; y se caracteriza, porque los machos crían a los renacuajos dentro de su cuerpo y realizada la metamorfosis, echan ranitas de medio centímetro.
Y el diario Reforma divulgó que en la Ciudad de México existen 17 especies de luciérnagas; la mayoría en la Reserva Ecológica de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Entre las malas noticias destacan las altas temperaturas de este verano en el hemisferio Norte, que han matado decenas de renos finlandeses que agotados por el calor no pudieron huir de los lobos, que son sus principales depredadores.
Y el calentamiento ha llevado a los mares del Reino Unido, pulpos, medusas y atún rojo, pero los caracoles marinos, fuente de ingresos para cientos de miles de pescadores, están muriendo.
Peligran así mismo, esponjas vítreas y corales negros de varios países y los tiburones de Groenlandia, especies que viven cientos y hasta miles de años.
Los monitos araña oriundos de México, están sufriendo pérdida de su hábitat y agresiones de comerciantes de fauna, que matan a sus madres para capturarlos.
Eso sucedió, publicó este viernes El País, a 4 casi recién nacidos incautados en Estados Unidos y enviados al Zoo de San Luis Missouri para su rehabilitación.
En cambio, los perros callejeros de la India se multiplican felices; porque la gente los alimenta por compasión.
Pero el Tribunal Supremo dio a la ciudad de Delhi ocho semanas para trasladar a refugios a cuando menos un millón y evitar siga cundiendo la rabia que mata alrededor de 20 mil personas al año; 36 por ciento del total mundial.
Y en Tailandia hay sobrepoblación de leones en los zoológicos y de leoncitos en domicilios particulares, porque se venden como mascotas entre 15 mil y 20 mil dólares y son buen negocio para los criadores.
Finalmente, y aunque parezca increíble, la Universidad de Tel Aviv está demostrando que los insectos son capaces de reaccionar a los sonidos de las plantas.
La información divulgada este 16 de julio por la BBC, sostiene que insectos, murciélagos y pequeños mamíferos perciben las quejas de angustia que salen de las plantas y las polillas evitan poner sus huevos en matas de jitomate cuando emiten gemidos que podrían indicar, que están enfermas.
Sus científicos buscan ahora saber si la comunicación entre podría llevarlas a actuar unidas, para conservar el agua durante sequías.
