
RODULFO REYES
VILLAHERMOSA, Tabasco. En su informe de gobierno presentado el martes, la alcaldesa de Centro, Yolanda Osuna Huerta, trazó con claridad la ruta que ha seguido su segunda administración para responder a las exigencias ciudadanas. No fue un discurso de ornamento: fue una exposición quirúrgica de prioridades donde el agua —esa obsesión histórica de Villahermosa— volvió a ocupar el lugar que le corresponde: el centro del debate público.
Responsable por segundo trienio del municipio que alberga a la capital tabasqueña, Osuna enfatizó un punto que, en cualquier otra región del país, sería un asunto meramente administrativo, pero que aquí define el humor social: la modernización del sistema de agua potable.
En su rendición de cuentas, la funcionaria municipal subrayó que la infraestructura hidráulica constituye el eje de su gestión. No es casual: Centro ha pagado por décadas las consecuencias de redes envejecidas, plantas saturadas y una demanda que creció sin planeación. “El problema del agua”, tantas veces prometido y tantas veces pospuesto, regresó al sitio donde esta administración decidió colocarlo: como prioridad de la segunda gestión.
Osuna destacó el avance del Acueducto Usumacinta, obra que calificó de emblemática porque permitirá reforzar la captación y conducción del vital líquido, garantizando un suministro más estable y de mayor calidad. Pero el acueducto no es una pieza aislada: es la cara más visible de un engranaje hidráulico que empieza a reconfigurarse.
Ese paquete de obras incluye la Planta Potabilizadora Carrizal II, la nueva plataforma de captación en el río Carrizal y líneas de conducción ya operando en zonas como Periférico, Río Viejo e Ixtacomitán. Conjuntamente, estas inversiones —que la administración describe como “sin precedentes”— buscan desmontar el rezago acumulado y sentar las bases para un sistema de agua moderno, robusto y anticipado al crecimiento demográfico.
Según la alcaldesa, todo este esfuerzo apunta a ofrecer soluciones de largo plazo para más de 400 mil habitantes y a desmontar, por fin, la idea de que el abasto de agua en Villahermosa es un problema inevitable. El objetivo, dijo, es romper con la inercia histórica y sustituirla por una infraestructura capaz de responder a las necesidades del presente… y a las urgencias del futuro.
En una ciudad que vive rodeada de agua, pero que tantas veces ha carecido de ella en casa, Osuna pretende construir su legado justamente ahí: en esa frontera donde se define la calidad de vida cotidiana. Y si algo quedó claro en este informe es que la alcaldesa quiere ser recordada —para bien o para mal— como la alcaldesa del agua.
Como apunte final debe decirse que los resultados de la segunda gestión de Osuna obedecen también a un factor que en política cuenta tanto como la obra pública: un equipo compacto y eficaz. Funcionarios como Fernando Calzada Falcón, director de Finanzas, y Carlos Juárez, titular de Programación, destacan por su oficio y perfil técnico; ambos podrían ocupar primeros planos en administraciones estatales.
Entresemana Información entresemana que forma opinión