RODULFO REYES
Villahermosa, Tabasco. Desde 1988 que se marchó del PRI, Andrés Manuel López Obrador ha dirigido el movimiento que en 2012 le quitó la gubernatura a su ex partido. Por eso a unos días de entregar Palacio Nacional, a donde llegó tres décadas después de irse del tricolor, en Tabasco flota la duda de quién tomará las riendas de su expresión política.
Como oficialmente se va a retirar del quehacer público, muchos ojos están volteando hacia su hijo Andrés Manuel López Beltrán como aglutimador, al menos en su propia tierra, de lo que se conoce como la cuarta transformación.
Hasta antes de que perdiera la candidatura presidencial ante Claudia Sheinbaum Pardo, se creía que Adán Augusto López Hernández, presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, sería el heredero del lopezobradorismo en Tabasco, en el entendido de que no chocaría con Sheinbaum y se quedaría a cargo del terruño al retiro de su «hermano».
Pero la llegada a Plaza de Armas de Javier May Rodríguez, un lopezobradorista puro, vino a desplazar casi hasta el exterminio al grupo del ex secretario de Gobernación.
Factor de poder en el primer círculo de López Obrador, Octavio Romero Oropeza, próximo titular del Infonavit, también es un indicio de que la figura del aún presidente seguirá vigente en el ámbito tabasqueño.
Asimismo, con Claudia Sheinbaum insertada como pieza principal de lo que se denomina lopezobradorismo, May (por su condición de gobernador) y Octavio (por la cercanía con AMLO) parecían los albaceas del “rancho”.
Esa ecuación política, sin embargo, se ha derrumbado con la habilitación por derecho de sangre de Andy como primero en el mando en el movimiento mediante la secretaría general de Morena.
Los principales analistas de la capital del país ya encartan a López Beltrán como «presidenciable» en 2030.
Hay datos históricos, empero, que parecen indicar que, en su momento, será la presidenta Sheinbaum la que moldee su propia sucesión.
Pero mientras eso pasa, lo que sí es seguro es que en Tabasco la figura del hijo de en medio será el catalizador del lopezobradorismo.
¿Para qué buscar al nuevo guía en la figura de May o en la de Romero Oropeza si una sangre de la propia sangre del máximo líder se encuentra activado desde un cargo en el vinotinto?
Ya hemos dicho en este espacio que Andy acomodó a sus piezas en el próximo gobierno de May, por lo cual ya están sembradas las bases para que se convierta en el verdadero factótum a la jubilación de su padre.
En el caso de la influencia que pueda desplegar Adán López desde el Senado, aun con su reivindicación como operador político «de altos vuelos», siempre Andy estará más cerca de los afectos de la presidenta Sheinbaum que el propio López Hernández.
Además, de acuerdo con una fuente que conoce la relación, Adán López ocupa un lugar importante en la vida de los hijos del presidente: cuando el de Macuspana era «apestado», el notario público con licencia siempre veló por la familia López Beltrán, como también lo hizo Octavio.
Esto es, Andy se perfila para congeniar a los grupos enfrentados de López Hernández y de May.
«May, Octavio y Adán respetan mucho a Andy«, asegura la fuente citada líneas arriba, que dio pistas sobre el agradecimiento de los hijos del Presidente con el jefe del Senado.
Todas las candidaturas a gobernador de Tabasco por su movimiento (primero como PRD y ahora como Morena) han pasado por las manos de López Obrador: Raúl Ojeda Zubieta en 2000, 2001 y 2006; Arturo Núñez Jiménez en 2012, y Adán López en 2018.
Ni qué decir que el de Macuspana construyó la carrera de Sheinbaum rumbo a Palacio Nacional.
Por eso no sería extraño que esté acomodando sus alfiles para que su legado continúe más allá del sexenio que empieza en unos días.
De ahí que en Tabasco se piense que Andy puede ser «por lo menos» el próximo gobernador del edén.
Mientras tanto, ya se da como un hecho que a él tendrán que acudir los actores tabasqueños que deseen hacer política dentro de la expresión política de su padre.
Para su información…
Tiene dos sexenios que un gobernador saliente de Tabasco no acude a la ceremonia de traspaso de poder al nuevo mandatario: en 2012 el priísta Andrés Granier Melo no asistió a entregarle la banda al perredista Arturo Núñez; este, a su vez, tampoco lo hizo en 2018 con Adán López. Como dato adicional, en el sexto informe del mandatario interino Carlos Manuel Merino Campos no estuvo Javier May, aunque son correligionarios.