RODULFO REYES
Villahermosa, Tabasco. Después de dos gobiernos malos, extremadamente infames, auspiciados por Andrés Manuel López Obrador, los tabasqueños esperan mucho de Javier May Rodríguez, que en tres días empezará a despachar en Plaza de Armas.
De las administraciones del perredista Arturo Núñez Jiménez y del morenista Adán Augusto López Hernández no hay mucho qué decir sobre el beneficio a Tabasco.
En síntesis, el ex director del INE construyó un paso a desnivel en Pomoca que quedó mal trazado.
Colabores del cuajado político lo defienden con el argumento de que él también fue el artífice del levantamiento del mercado público José María Pino Suárez.
En realidad, la romodelación, que en términos estrictos eso fue, se efectuó en el gobierno de Enrique Peña Nieto, y surgió de una gira por la entidad de su secretario de Hacienda, Javier Videgaray, a quien el gobernador de Tabasco apoyaba para ser candidato presidencial del PRI.
El mercado quedó inconcluso y se terminó hasta después de la gestión de Núñez.
Pero aun dando por buena la especie interesada de atribuirle a aquel la obra federal, un paso a desnivel y un mercado son nada para los más de 60 mil millones anuales ejercidos durante un sexenio.
Adán López, que nada más estuvo tres años en la Quinta Grijalva pero que siguió mandando a distancia, solo hizo el distribuidor vial de la avenida Universidad, que más que ayuda le trajo más problemas a la población de la zona.
Son más los yerros atribuidos a Núñez y López Hernández.
Del presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado aún no se termina de escribir su lado oscuro, aunque durante la precampaña presidencial de Morena se le ventilaron asuntos de presunta corrupción que hacen ver como bebés de pecho a los gobernantes priístas.
Pese a Núñez y a Adán López, que entraron por la imposición del aún presidente López Obrador, el próximo mandatario tabasqueño fue votado por ocho de cada 10 tabasqueños que fueron a las urnas el pasado 1 de julio.
Ventaja abrumadora, derrota aplastante para la oposición, pese a los malos gobernadores lopezobradoristas.
May tiene un reto enorme: demostrar que no será el tercer gobernante lopezobradorista venal.
Por el apoyo apoteósico de sus paisanos, el ex director de Fonatur está obligado a encabezar al menos una mejor administración que la de sus dos antecesores.
No puede, ni de chiste, dejar que su mujer mande en su gobierno, como fue el caso de Arturo Núñez, lo cual está probado incluso por autoridades del gobierno que le siguió, el de López Hernández.
Tampoco debe permitir que una hermana suya (o un pariente directo) sea administradora extramuros del presupuesto, como el caso de Adán López, de lo cual también hay constancia documental.
Y, tercero, pero no menos importante: el próximo jefe del Ejecutivo no debe poner a un probado delincuente como titular de la seguridad de los tabasqueños.
Para su información…
Autoridades de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) celebraron ayer el 50 aniversario del Consejo Directivo Estudiantil Universitario de Tabasco (CDEUT), en cuyo marco se hizo un reconocimiento al primer presidente de esta asociación de alumnos, Vicente Morales López, quien fue director del Deporte durante el gobierno del extinto Salvador Neme Castillo. El popular Chente se llevó la tarde tras su discurso, en una muestra de que está consolidado como político.