Morena: ¿Gana Tabasco sin los priístas pro AMLO?
RODULFO REYES (Tabasco). Está en marcha la campaña por la gubernatura de Tabasco de Javier May Rodríguez, a quien se considera el hombre del presidente, con la misión de jubilar al grupo priísta que respaldó en 2018 la campaña de Adán Augusto López Hernández. La duda es si los electores de la tierra de Andrés Manuel López Obrador van a votar por un candidato sin pedigree como el director del Fonatur.
Los paisanos del mandatario federal son diferentes a la hora de ir a las urnas. Las encuestadoras, por ejemplo, tienen registrado que Tabasco es uno de los dos estados del país donde los ciudadanos esconden su intención del voto hasta el día de la jornada.
Esto se puede explicar con los comicios para gobernador de 2000, 2001 y 2006: el PRD de López Obrador postuló a un priísta con presencia en la clase media y alta, el empresario Raúl Ojeda Zubieta, que venía de militar en lo que se conocía como ala progresista del PRI nacida en el gobierno del intelectual Enrique González Pedrero.
La trayectoria de Ojeda, que por la línea paterna es descendiente del exgobernador Tomás Garrido Canabal, habría logrado que la sociedad se olvidara de la imagen de partido revoltoso y pendenciero que los tabasqueños tenían del sol azteca ante las movilizaciones que desde 1988 empezó a capitanear López Obrador.
En las elecciones de 2000, pese a que el PRI seguía siendo un partido fuerte bajo la conducción de Roberto Madrazo Pintado, el perredista Ojeda se quedó a un punto porcentual de la victoria, triunfo priísta que, sin embargo, fue anulado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
El TEPJF ordenó reponer los comicios de manera extraordinaria en agosto de 2001, y aunque el Revolucionario Institucional se quedó con la Quinta Grijalva, la diferencia fue de apenas 7 puntos, ya no con las holguras que se registraban antes, como en 1994 que Madrazo le ganó por más de 100 mil votos a López Obrador, en una proporción de dos a uno.
En 2006 el PRI de Roberto Madrazo volvió a ganar: compitió con Andrés Granier Melo, un químico de profesión que, aunque ya había sido alcalde de Centro, no era un político tradicional sino un personaje con mucha aceptación social; podría decirse que se impuso Granier, no el tricolor.
¿El mensaje de esas tres elecciones es que los tabasqueños, que en el fondo no estaban de acuerdo con las políticas radicales del PRD, sí apoyan a candidatos surgidos de las clases acomodadas?
Si bien en 2018 se presentó el arrastre de AMLO a todos los candidatos de Morena, el que buscaba la gubernatura, Adán Augusto López Hernández, también era parte del estrato social de Ojeda.
Con Javier May, si se confirma su candidatura, se estaría ante la primera vez que el movimiento lopezobradorista postula a un cuadro que no es conocido en el estamento del secretario de Gobernación y de Ojeda.
Sin título universitario y de oficio mecánico antes de ingresar a la política con López Obrador, el responsable del Tren Maya parece tener claro que no es aceptado por la sociedad tradicionalmente priísta de Tabasco, y de ahí que su lema de campaña sea Un fundador será gobernador.
En Morena, sobre todo en el ala radical del propio May y Octavio Romero Oropeza, director general de Pemex, hay confianza en repetir el triunfo en 2024 por el factor AMLO.
Y aunque hay registro de sobra de que el Presidente es el mejor operador electoral en México, para Tabasco debe tomarse en cuenta que los ciudadanos son, por decirlo de alguna manera, especiales a la hora de sufragar y no aceptan como sus autoridades a alguien que no sea parte de las elites.
Además, en 2018 que Morena arrasó en el Edén del trópico hubo el agregado de que los tabasqueños salieron a votar en masa porque estaban ante la oportunidad de su vida de tener como presidente del país a un coterráneo, lo que podría repetirse solo si el secretario de Gobernación es nombrado candidato presidencial.
Para saber el tipo de gobierno que haría May habría que voltear a ver las dos veces que fue alcalde de su natal Comalcalco, cuando jubiló a los empresarios y comerciantes vinculados al PRI para comprarle insumos a la comuna en comercios de otras partes del país.
“Hasta el papel de baño adquiría fuera”, recuerda un empresario.