GUILLERMO PIMENTEL BALDERAS. ¡Pásele…Pásele…Pásele! Tenemos legisladores de medio uso. De negro pasado y presente, pero… vacunados de guinda. Garantizamos que son auténticos “levantadedos”, de lealtad ciega y obediencia total; o sea, sin inteligencia y que no rechinan los dientes. Tienen impunidad, embajadas y “larga vida” política y económica. ¡Aproveche la oferta antes de que se acaben!
Pero, si la venta de garaje no funciona, entonces, los guinda tienen otras circunstancias (presiones) para lograr los objetivos o caprichos de su “Jefe”. Encabezados por el encargado de Gobernación y de los “gober-preciosos”, utilizan varios métodos para doblar, inclusive, a los más rudos. Ojala y no sea así, pero…
Al parecer, los primeros que podrían ser “vacunados” son los priistas (¿?) que están por dar “el paso del cigarrón”: Alejandro Moreno “Alito”, Rubén Moreira, Yolanda de la Torre Alejandro Murat, Omar Fayad, Carlos Joaquín González y, ahora, Manuel Añorve más los que se acumulen.
Y, entre los panistas, o mejor dicho, un ex azul, cayó al doblarse. Es Raúl Paz, una fichita, como le gusta reclutar a Morena. De inmediato, fue nombrado comisionado nacional de enlace con el sector empresarial de los guinda. Este sujeto, buscaba en 2021 ser el candidato del PAN por la presidencia municipal de Mérida.
Este sumiso, ha estado bajo el ojo del huracán, acorralado en una serie de “escándalos” en Yucatán, como las “fiestas COVID”, acusaciones por supuestos “moches”, y la que, al parecer ya negoció, que dejen en libertad a su hermano, acusado de feminicidio. Al parecer, este caso está casi cerrado por la Fiscalía yucateca como un suicidio. Así de este tamaño son las negociaciones de los guinda.
Documentado en varios medios nacionales y locales de Yucatán, dan cuenta de que en 2014 se filtraron imágenes de una fiesta entre diputados del PAN, que sostuvieron tras una plenaria en Puerto Vallarta, Jalisco, en enero de ese año. De acuerdo con las fotografías, durante la celebración hubo alcohol y bailarinas y, entre los asistentes, se encontraba Raúl Paz, quien apareció acariciando y bailando con las acompañantes.
Otro escándalo, los supuestos “moches” que habría obtenido por obras públicas, en 2017, cuando era dirigente estatal del partido. También, en julio de 2020, cuando México vivía su primera gran ola de contagios de COVID-19, se compartieron fotografías en donde aparece él en una reunión de 16 personas en el residencial Puerto Aventuras, en Quintana Roo, sin guardar la sana distancia y sin portar cubrebocas, valiéndole el contagio y propagación del mismo.
Y, Mario Delgado, administrador de Morena, imitando a su “Jefe”, se jactó de que “Hay momentos de definiciones: o se está con el pueblo o en la politiquería” y, dio la bienvenida a Paz “¡al lado correcto de la historia!” (Sic…)
Antes, este nuevo morenista twiiteo: “Por el bien de México no a la militarización de la Guardia Nacional” su #MilitarizaciónNoEsLaSolución”. Que, después, el cigarrón lo borró.
Mientras tanto, la discusión de la ampliación de la militarización en las calles seguía en el Senado, y Ricardo Monreal sacó el cobre y su verdadera careta. ¡Pásele…Pásele… a la venta de garaje!}