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GUILLERMO PIMENTEL BALDERAS. Una verdadera tragedia. Sí, es una verdadera tragedia que se quiera no solo la Rectoría, sino toda la estructura de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh) para asuntos políticos y algo más.
De acuerdo a comentarios de varios agrónomos egresados de su Alma Mater, opinan que quien está detrás por el poder en la Universidad es la organización Movimiento Antorchista Nacional que dirige, como su Secretario general, Aquiles Córdova Morán.
Pero, vamos con los protagonistas de la “contienda”. Ángel Garduño, aseguran, sin ninguna carrera al interior ni al exterior de la Universidad que muestre un desempeño relevante. Que su pretensión es fruto de la ambición y nulo compromiso con la institución agraria. De haber concluido el mandato de citar a elecciones y ser garante de la democracia universitaria, le hubiera redituado mucho prestigio y con la posibilidad de prepararse para estar a la altura de los retos actuales. Pero…
Reprueban que con el afán de lograr ser electo se ha aliado con Antorcha Campesina, esa organización que el propio Presidente López Obrador ha denostado una vez sí, y otra también, pero, lo cierto es que esta organización siempre ha querido usar a Chapingo como su botín, sobre todo, ahora que no tiene los privilegios de los gobiernos pasados.
Cuestionan: ¿“Será que Víctor Villalobos, está enterado que en su gestión al frente de la Secretaría de Agricultura está a punto de terminar entregando Chapingo a los brazos de Antorcha Campesina? Bueno, pues que sería un gran colofón a su gris paso por la dependencia, donde los campesinos no los visitan porque no tienen nada que ofrecer pues es el sexenio donde disminuyó la producción de maíz blanco; el sexenio donde Víctor Villalobos, antes representante de la grey de genetistas que defendían los transgénico y el glifosato, ahora está a punto de entregar a la escuela de agricultura -que depende de su secretaria- a los enemigos del presidente. ¡Que alguien le diga a Víctor Villalobos que Chapingo es su responsabilidad!
Otro, Altamirano Cárdenas, dicen que su carrera en más de 30 años en la Universidad, refleja que más de 9 años ha estado en las labores administrativas y que su paso por el Congreso de la Unión, como secretario técnico, quienes conocen las exigencias de tales encargos, es incompatible con la docencia e investigación y que, eso refleja su escaso aporte a la asesoría de tesis de alumnos de licenciatura y postgrado.
O sea, aseguran los profesionistas de la agronomía consultados que, Cárdenas, es el prototipo de profesor universitario que aprovecho el prestigio de la Universidad, sus relaciones con los Diputados y Senadores para bajar proyectos externos, casi a nombre de la UACh, evaluaciones, estudios encargados desde los privilegios del poder y relaciones externas que, muy poco ha aportado a la inserción de la Universidad en el debate nacional de las políticas públicas pertinentes. Más aún, añaden, “sus aportaciones, pagadas por los proyectos externos han servido para maquillar los resultados magros de las políticas públicas rurales neoliberales”.
Es decir, rematan: “se puede apreciar y vean sus publicaciones, que tan relevantes son, son fruto de estudios pagado por las esferas del poder con base en las relaciones que pronto se podrá conocer. Por lo pronto, que Víctor Villalobos investigue como sus subordinados están más empeñados en mantener los privilegios de uno de sus aliados para sus proyectos externos”. ¿Así o más claro?
