GUILLERMO PIMENTEL BALDERAS. ¿Hasta cuándo este gobierno de “Cuarta” pondrá orden en el país? No solo está fuera de control la inseguridad, con manos libres al crimen organizado. Desde hace años, la ciudadanía en todo el país, sufre de secuestros; aunque, con cifras y datos alegres y triunfalistas oficiales que, difunden los medios informativos controlados, se trata de tapar el Sol con un dedo.
También, los accidentes en las ciudades y, principalmente en las carreteras, están al orden del día, por la imprudencia de los operadores de los llamados “tráiler” o por fallas mecánicas de los vehículos pesados que, se supone, son inspeccionados por la Dirección General de Autotransporte Federal de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) o porque los operadores se dopan.
Lo alarmante de los secuestros es que ahora son con más insistencia en contra de menores de edad, prácticamente arrebatados de los brazos de sus padres y que, son pocas veces en que las autoridades competentes actúan de inmediato.
Casos más recientes, los videos que circula en redes sociales en Nezahualcóyotl y en Huehuetoca, en el estado de México, en donde el crimen organizado reinició con creces este prototipo de delinquir al encontrar pasividad por parte de las autoridades tanto federales como estatales y municipales.
Los ciudadanos reclaman en redes a la Secretaria de Educción Pública (SEP): “Ahora, ¿cuál es el negocio? ¿Traficar con niños? ¡En qué nos estamos convirtiendo!
Es aberrante, protestan, que no se le esté dando la importancia que merece esta preocupación ciudadana como si “aquí no pasa nada…” y ocuparse mejor en alagar a las “corcholatas” de la 4T. No hay vigilancia policiaca en las escuelas.
Y, ¿las intoxicaciones de menores de edad en secundarias de Chiapas? ¿Y, los abusos sexuales en preprimarias y primarias? No hay claridad, todavía en estos acontecimientos. ¿Habra intención de ampliar el mercado de drogas en la niñez? ¿Solapan autoridades educativas los abusos?, se preguntan padres de familia.
Criminales en carreteras
En el caso de las desgracias ocasionadas por los “traíleros”, se supone son controlados por la Dirección General de Autotransporte Federal, la cual es la que otorga el permiso o la licencia de manejo de los operadores mediante algunos exámenes de capacitación y cursos en seguridad vial, entre otros.
Además, tienen ciertas obligaciones como: respetar los límites de velocidad, utilizar el cinturón de seguridad, no enviar mensajes al conducir y, que hacer en caso de accidente. Normas u obligaciones que en su mayoría son ignoradas.
Según la SICT, los vehículos del autotransporte que operan en las carreteras federales, para asegurar que transiten de manera segura, es necesario realizar revisiones periódicas de las condiciones físico-mecánicas de éstos. Sin embargo, la mayoría de los accidentes son por ¡fallas de frenos! o por operadores drogados.
Ya el INAI informó que la SICT se declaró incompetente para informar en atención de accidentes en los que resultaron involucrados permisionarios del transporte federal; así como la determinación de las causas. En fin, es elocuente que tanto la SEP como la SICT son simples floreros.
Otras fichas
Da pena el comportamiento mezquino de Ricardo Monreal. Da pena el “acarreo” de morenistas a las extensiones del Informe de Sheinbaum en Alcaldías guindas. Da pena FOVISSSTE y su corrupción. Dan pena “cenecistas” traidores. Da pena: viento en popa militarización de México.