>> Crece temor en Iztacalco por incremento de delincuencia
GUILLERMO PIMENTEL BALDERAS
En febrero de 2022, escribí sobre la ausencia temporal de mi columna “De la Ciudad” y afirmé que “nunca nos fuimos” como pensaban algunos. Reafirme en esa entrega que ¡Es un orgullo ser periodista!, y así frasee:
Ha pasado mucho tiempo, un tiempo precioso con algunos litros de tinta que debieron ser testigos de una escritura para la historia de esta gran ciudad, de nuestra ciudad de México que, ha sufrido y sufre todavía la indiferencia de sus gobernantes y, en medio, los que la habitamos, los que hemos padecido, no se diga la criminal pandemia, con casi 500 mil muertes, hasta el momento. ¡No…! También hemos sobrevivido –la mayoría-, a un mal gobierno local que todo lo imita del federal.
No regresamos, no nos fuimos, seguimos presentes en este bello ejercicio profesional: el periodismo. Los que somos universitarios y que pisamos y entramos a clases en la Prepa y en la Facultad, sin menospreciar en absoluto a nadie, a ningún otro colega, a ninguna otra Institución, ¡mis respetos!; sabemos que el escudo del periodismo es la dignidad que, por desgracia, tanto algunos “tecleadores” de antaño como recientes, o no lo saben o se engañan ellos mismos. Asimismo, hay, dizque, comunicadores de la 4T –de las dependencias oficiales- que, por la “chuleta”, traicionan y se traicionan ellos mismos. Ejemplos hay muchos, por desgracia. En fin, lo importante es que seguimos ejerciendo el periodismo con dignidad.
Hoy: Fue hace prácticamente 2 años que redacte esta columna y actualmente, por desgracia el tiempo me da la justa razón de que el ejercicio periodístico es denigrado por supuestos periodistas, muchos de ellos bandoleros o vedettes de la información y que, por unas cuantas monedas se quitan la careta o salen del closet.
Una lástima… si, es una pena ajena y, como lo dijeron varios sabios: “si hay algo peor que un político corrupto… es sin duda el ciudadano que lo defiende. Otro más: “no existe bestia en el mundo más peligrosa que un ignorante con poder”.
Pero… lo más prominente son algunas definiciones de especialistas en salud, como los terapeutas que aseguran que en las personas existe una “extraña obsesión” que los hace adictos a cometer no solo extraños comportamientos sino también a inexplicables devociones como por ejemplo: comerse su cabello; sentirse ser un caballo; recolectar basura y que, según los hace sentirse bien. Pues… al parecer así le pasa a mucha gente, los hace sentirse bien ser adictos a López Obrador…
Otras fichas
En Iztacalco, colonia Agrícola Pantitlán: “mi segunda tierra capitalina” porque la primera fue la Cuauhtémoc, colonia Guerrero, la mayoría de la población confiamos en que los que se dicen de la “Cuarta Transformación” (Morena y PT en este caso) no sigan desgobernando la alcaldía pues ya fue suficiente –afirman- tener gobiernos guindas corruptos e impunes.
Hay confianza en que el perredista Daniel Ordoñez se ponga las pilas y no deje de luchar para que la ventaja que tiene actualmente sobre la petista y “extranjera” Lourdes Paz no la pierda. Hay muchos pendientes que el actual administrador en Iztacalco se ve difícil que cumpla. Entre ellas, la inseguridad (56.9%) y el incremento de la extorsión a comerciantes con el “pago de piso”. Crece el temor en la ciudadanía de ser víctimas de la delincuencia.
Otro sector de la población iztalquense es la comunidad LGBTTIQ+ en Iztacalco que ha manifestado sus necesidades en materia de educación, salud, y derechos políticos. Para tal caso, Daniel Ordoñez se reunió con el colectivo que le entregó el documento y el cual firmó, para comprometerse en apoyar a la comunidad ante los oídos sordos y falta de atención de parte de las actuales autoridades de la alcaldía.
Dice mi abuelita: Prefiero un nieto borracho que tener tres delincuentes.