GUILLERMO PIMENTEL BALDERAS
Compartido a este columnista por Colectivo Aequus.-Promoción y Defensa de Derechos Humanos, damos a conocer fragmentos interesantes de la “Carta Abierta a Estela de Carlotto”, en la cual se estima que la defensora argentina de derechos humanos acepto “de buena fe” asistir a un acto de gobierno del actual presidente mexicano.
La Coordinación de Familiares de Estudiantes Víctimas de la Violencia, Guadalupe Lezama Limias, Malú Huacuja del Toro y Javier Hernández Alpízar, firmantes de la carta, lamentan decirle a la señora Estela de Carlotto que, “la presencia de Usted en el espectáculo referido, contribuyó a propagar la falsa idea de que en México gobierna la “izquierda”, personificada en un personaje progresista, sin embargo eso no es cierto, el gobierno que padecemos hoy se parece a los más rancios provenientes de la hegemonía del partido de estado, violento y militarista, contrario a la imagen que ha impuesto en muchos referentes de lucha y políticos de nuestro lastimado continente”.
Asimismo, critican que las llamadas “buscadoras”, “hacen exactamente lo mismo que usted hizo durante décadas sin cesar: buscar a sus hijos desaparecidos”. Sin embargo, deploran que en México no es necesario que alguien sea activista o defensor de los derechos humanos para ser potencial víctima de un asesinato, feminicidio, masacre o desaparición forzada.
“Cualquier persona por el solo hecho de vivir en territorio mexicano puede ser víctima de la violencia organizada, es decir no solo del crimen o delincuencia organizada sino de las fuerzas armadas del estado, todos esos grupos perpetran asesinatos y desapariciones”.
Subrayan -en el escrito- que la ONU ha alertado de la espiral de violencia hacia las madres rastreadoras en México. Apelan: “no quisiéramos tener que compartirle tan penosas noticias, pero el actual gobierno de López Obrador es cómplice de esa violencia y esa impunidad (más del 99% de impunidad de delitos violentos denunciados, sin contar con que la inmensa mayoría no son denunciados). Además, ha profundizado la militarización como ningún otro gobierno anterior en la historia de México.
Recibirla a usted, más que un acto de solidaridad, es para el presidente de nuestro México una cortina de humo bajo la cual pretende ocultar su responsabilidad, por omisión o por complicidad, por gravísimas violaciones a derechos humanos en el país que gobierna. ¡Sopas!
Otras fichas
¡Guindas y Verdes al asalto! Inundan guindas y verdes la ciudad de México para promocionar a sus candidatos presidenciales. Andan fuertes las brigadas de las “corcholatas” Claudia Shembaum de Morena, y del Manuel Velasco, del PVEM.
De Morena, son personas de la tercera edad quienes, carpeta en mano, se postran en cada domicilio para solicitar ser encuestados; pero con maña, pues de inmediato promueven, en la mayoría de los casos, a Claudia Shembaum, sin promesas ni intuición del voto, solo con el ofrecimiento de que sería una buena presidenta. Portan chaleco guinda e identificación del partido colgando en su cuello.
Por parte del Verde, son personas jóvenes, en su mayoría mujeres, con gorra portando el logotipo del partido y el nombre de Manuel Velasco. Eso sí, directamente, sin mencionar cualquier otra palabra, preguntan si en este domicilio necesitan de un tinaco, de un solar, de un calentador, o alguna otra necesidad para anotarlos y, sueltan el verbo a favor de su corcholata. Afortunadamente, en ambos casos, solo 2 de 10 vecinos o ciudadanos se dejaron engañar.
Dice mi abuelita: ¡Mario Delgado y la demencia! ¡Un peligro para México!