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ANTONIO CARAVEO MALDONADO
>> Los reparos por “Pepín” López Obrador al frente de la política interna del estado
>> Tiffany, la confianza; Julián Oropeza hecho en la Iniciativa Privada; Argaiz, certeza jurídica
Villahermosa, Tabasco. La inquietud. Los nombramientos de funcionarios en cada sexenio, no son huevos al gusto. Es responsabilidad de cada mandatario estatal, en esté caso es de Javier May.
Así lo han hecho todos los gobernadores. Unos con cierta libertad y otros por presiones de los grupos.
Narro dos datos: el de Roberto Madrazo, debido a los tiempos y circunstancias, cedió posiciones a grupos del PRI.
Recuerdo en platica en la Quinta Grijalva, entre Madrazo y el reportero, me dijo, no era su alineación inicial.
Con Arturo Núñez, también debió cedió espacios a las huestes perredistas, hasta ahí; caso diferente, Adán Augusto López, gobernó con los suyos.
Ahora en el 2024, no puede ser distinto. No hay razón jurídica de hacer la variación en la toma decisión en la integración del gabinete de May.
El gobernador electo va con ventaja; avalado por el número de sufragios, y como dijo, “no negocie con nadie por dinero”, y ello le da plena libertad en designar a sus colaboradores.
El único acuerdo político a la vista, es claro, la designación de Katia Ornelas en Turismo y Economía, en compromiso con Verde Ecologista. Solo eso.
DE BAJADA
Los gritos de rechazo por ciertos nombramientos, principalmente, el de José Ramiro López Obrador en la Secretaría de Gobierno, con el argumento de no haber terminado estudios profesionales, ha causado a escozor. No hay un impedimento legal de no verlo a partir del 5 de octubre como el número dos en la estructura de gobierno. Dejémoslo actuar al hermano presidencial en su encomienda; ya se vera si sale bien en la tarea. En esa misma, descalifican a Rafael Sánchez Cabrales, quien se hará cargo de la Secretaría de Movilidad.
Nadie va quedar contento con los nombramientos, y tampoco le preocupa a quien tomó la decisión. Bajo la premisa, el poder no se comparte. Mucho menos, cuando no está en juego la presión de los mercados y ni la inflación. Y desde luego, no van a estar exento los funcionarios de errar en sus funciones y sean relevados antes de llegar al primer año de gobierno. Lo último es bola cantada.
María Tiffany Suriano, titular de la oficina de la gubernatura, su eficiencia, capacidad y lealtad, le da el derecho de estar cerca con el mandatario tabasqueño electo; Patricia Iparrea, estará al frente del sector educativo, y deberá mostrar su potencial.
El Consejero Jurídico, Jesús Manuel Argaiz, no obstante esta duda su capacidad, sus antecedentes lo avalan; quien será la secretaria de la Función Pública, Mileyli Wilson Arias, juega un papel en la transparencia. Debe demostrar de no ser esa dependencia un elefante blanco ni mucho tapadera de nadie; ya sin la distracción de la ecología, Mayra López Hidalgo, tiene todo para concretar todo lo disaciosado con lo que genera valor; en la responsabilidad de la obra pública del estado, Daniel Casasús Ruz. Un joven con el cumplimiento de hacer las cosas bien.
Por último, el responsable de la Hacienda estatal, Julián Romero Oropeza, hecho en la banca privada, su pasó por un tiempo en Finanzas del estado en este sexenio. Ser hermano de Octavio Romero Oropeza no lo descalifica de su profesionalismo.
X: AntonioCaraveo4
