JOSÉ GARCÍA SEGURA. La Playa Espíritu, en el Mar de Cortés, que recién ofreció Andrés Manuel López Obrador a empresarios mexicanos es un proyecto fracasado del presidente Felipe Calderon.
El desarrollo Playa Espíritu fue impulsado por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) del mismo modo que se hizo con Cancún, Los Cabos y Huatulco durante los gobiernos de Luis Echeverría y Miguel de la Madrid.
Al presidente Calderón no le salieron bien las cosas y hoy, su peje enemigo trata de quitarse esa sombra de encima.
En otro tiempo Playa Espíritu (2,381 hectáreas colindantes con las Marismas Nacionales y un frente de playa de 12 kilómetros en el municipio de Escuinapa) fue propiedad de la Comunidad Indígena de San Pedro Chametla.
El gobernador Antonio Toledo Corro la adquirió de manera poco clara. En sus nuevas tierras construyó un rancho para ganado pura sangre. Luego vendió la tierra al Fonatur de Miguel Gómez Mont.
En 2020 Andrés Manuel López Obrador promocionaba a Playa Espíritu como “la joya de Sinaloa”.
Nadie le hizo caso.
“A través del aeropuerto Internacional de Mazatlán, se cuenta con 8 rutas directas internacionales y 20 vuelos provenientes de Canadá y Estados Unidos y a partir de la terminación de la nueva carretera Durango-Mazatlán, se han podido abarcar mercados nacionales en estados como Chihuahua, Nayarit, Zacatecas y Durango”.
El esquema quinda tampoco funcionó
En 2022 el mandatario optó por rifar (en el sorteo magno de la Lotería Nacional del 16 de septiembre) 8 de los mejores terrenos, valuados, cada uno, entre 199 y 287 millones de pesos.
Para su nueva promoción ofreció a los hombres del dinero una cena en Palacio Nacional a base, como es su costumbre, de tamales de chipilín.
Síiiiii, los mismos tamales que compró cuando la rifa del avión que por cierto, aun no entrega.
Personal técnico conoce a Playa Espíritu como “Centro Integralmente Planeado Sustentable Costa Pacifico”, un lugar tan inviable como la refinería Dos Bocas en Tabasco o el aeropuerto Santa Lucía, en el Estado de México.
Sinaloenses aseguran que en la playa ofertada se puede ver, abandonado, claro, un hotel (53 habitaciones) construido por el Fonatur de Calderón hace 12 años.
A la cena presidencial asistieron, entre otros, los empresarios Carlos Slim Domit, presidente de grupo Carso y Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
Daniel Chávez Morán, dueño de grupo Vidanta (hoteles de gran lujo, centros turísticos, bienes raíces), líder del Consejo Asesor del presidente Obrador y constructor del Tren Maya.
Carlos Bremer, dueño de Value Grupo Financiero.
Daniel Becker, dirigente de la Asociación de Bancos.
Jesús Vizcarra, ex alcalde de Culiacán, ex diputado federal del PRI y dueño de SuKarne, la mayor procesadora de carne en México y una de las seis empacadoras más grandes del mundo.
Lo que el presidente Obrador logre recaudar en su tercer intento serviría, en teoría, para terminar la presa “Santa María” y abrir los canales de riego de la presa Pichachos y regar, entre ambas, unas 40 mil hectáreas de cultivo.
Con la rifa, la noche del Grito, la 4 T espera recaudar al menos mil millones de pesos.