Continuidades y olvidos

DULCE MARÍA SAURI RIANCHO* (SemMéxico, Mérida, Yucatán). “Estado científico. Yucatán, valioso para ser un polo en tecnologías”. Estos fueron los títulos de una nota publicada por este Diario el viernes 17 pasado. En ocasión del 15 aniversario de la conformación del Sistema de Investigación, Innovación y Desarrollo Tecnológico del Estado (SIIDETEY), el gobernador Mauricio Vila fue testigo de honor de la firma de una carta-compromiso suscrita por los 17 organismos integrantes del Sistema para “continuar detonando las capacidades científicas y tecnológicas con las que cuenta Yucatán”.

El escenario del evento fue el Gran Museo del Mundo Maya, en su sala Mayamax y el director del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY), el responsable de dirigir el mensaje conmemorativo.

Mañana gratificante para mí, al leer que nuestra entidad es la quinta del país con el mayor número de investigadoras e investigadores per cápita, además de ocupar un honroso segundo lugar en Biotecnología y Agronomía y el tercero en Matemáticas.

“Pocas políticas públicas y programas institucionales tienen continuidad suficiente como para celebrar aniversarios con resultados”, me dije.

Mi memoria voló hacia el lejano 1980 cuando se creó el CICY, esfuerzo del gobierno federal para que la reordenación henequenera contara con una institución de carácter científico que le diera rumbo y futuro a esa todavía importante actividad económica.

Además, “gotas de agua fresca” para aliviar la zozobra sobre el presente de la investigación científica en el país, con una conducción enemiga del pensamiento epistemológico (conocimiento objetivo, racional) y muy cercana a la gnosis (pensamiento mágico, cercano a la creencia de la naturaleza humana como divina, con saberes y habilidades ancestrales).

“No, eso no sucede en Yucatán”, me dije. Aquí se resiste a la obcecación y obscuridad del gobierno federal. “Hay que pasar agachados, como otras veces y esperar a que pase la tormenta”. Tras varias frases hechas dirigidas a mí misma, salí con el espíritu en alto a cumplir un compromiso como sinodal de un examen de Doctorado en el CIESAS, institución nacional de investigación y docencia que forma parte de ese Sistema estatal creado en 2008.

Iba a Sierra Papacal, donde se yergue el “Parque Científico-Tecnológico de Yucatán (PCTY)”. Cientos de hectáreas donde antes había planteles de henequén, dotadas de infraestructura para albergar a los centros de investigación y enseñanza asociada, así como empresas de base tecnológica, como Heuristic, centro de innovación en tecnologías de la información y comunicación (TIC).

Tenía varios años sin entrar al Parque, sitio donde presenté mi examen doctoral en 2016, por lo que la perspectiva del regreso tenía también el ingrediente de la emoción para conocer al menos por fuera, los nuevos edificios que albergan la litoteca (colección de piedras) petrolera más grande de México, o las instalaciones del Centro de Matemáticas de la UNAM.

Un “gusanito” perturbaba mi espíritu festivo: ¿por qué si el Parque es el centro del SIIDETEY, el aniversario se celebró en el Museo? El estado de la avenida de acceso comenzó a configurar una respuesta que me causó los primeros calambres de inquietud. Enyerbada, me llevó a la entrada cercana al edificio del CIESAS, que fue construido con un gran esfuerzo financiero para la pequeña institución de investigación en ciencias sociales, antropología e historia. El punto de acceso a la avenida lucía abandonado, con la “pluma” con cadenas.

Sin señales o avisos, regresé a la entrada principal, la de la biblioteca y el edificio central, donde formalmente se encuentra la sede del SIIDETEY. Recorrí calles llenas de hojas muertas, baldíos enmontados, camellones descuidados, letreros que no se alcanzan a leer. La sensación de abandono me invadió antes de llegar a mi destino.

El ánimo me volvió con el reencuentro con mis maestras y maestros y las y los nuevos estudiantes que desarrollan sus actividades en esa soledad. ¿Cómo estarán las otras instituciones participantes en el ambicioso proyecto del Parque? ¿Cuántas estarán ocupadas y trabajando a plenitud, tal como fue concebido el SIIDETEY 15 años atrás?

No tengo respuesta, pues la página-web institucional, https:/pcty.com.mx/, carece de información actualizada.

Hacer de Yucatán el centro regional de investigación e innovación científica y tecnológica exige esfuerzos continuos y permanentes por parte de las autoridades de los tres órdenes de gobierno: federal, estatal, municipal.

Como tantos proyectos y políticas públicas asociadas a los cambios profundos, tienen que vencer resistencias e incluso hostilidad en algún momento para poder cumplir su misión.

La acometida contra la investigación científica en México proviene del Ejecutivo federal, desgraciadamente. Reconozco que los márgenes de acción del gobierno del estado son estrechos, pero existen. Si se suman sus fuerzas con las de las instituciones universitarias, centros nacionales de investigación, podemos resistir la acometida.

Lo que no podría superarse sería la simulación de “aquí no pasa nada”; que el objetivo de dotar a Yucatán con una zona económica especial dedicada a las empresas TIC fue un sueño que acabó en 2019.

Vienen las campañas electorales en unos meses. ¿Qué decir, qué plantear sobre estos temas que parecen tan lejanos de nuestras preocupaciones cotidianas? ¿Cómo convencernos de las oportunidades que se abren para la juventud yucateca cuando se multipliquen los centros de educación superior como la Universidad Politécnica de Yucatán o la ENES de la UNAM?

¿Cómo ubicarnos en el mapa de la innovación, de la inteligencia artificial, de la robótica y la “minería” de datos? Tenemos los cimientos, se pusieron hace 15 años. No los dejemos caer.

Que llegue la barredora de hojas secas al Parque, la pintura refrescante a sus instalaciones. Que no sea sólo el atento edificio de la Secretaría de Seguridad Pública el que muestre el compromiso del gobierno de Mauricio Vila con el futuro científico de Yucatán.

Domingo 26 de febrero, 11:00 horas. En el Monumento a la Patria (Bandera) despleguemos nuestro espíritu de lucha: Plan C: Constitución, Corte y Ciudadanía, unid@s. #mivotonosetoca.

Licenciada en Sociología con doctorado en Historia. Exgobernadora de Yucatán [email protected]

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