JUAN GÓMEZ
Zacatecas, Zacatecas. A unas cuantas semanas de que inicie el proceso electoral 2023-2024, un fenómeno político social asoma el rostro en los diferentes medios de comunicación, en las redes sociales; se abre paso en las conversaciones y en los partidos políticos -oficiales y de oposición-, su nombre es: Xóchitl Gálvez.
Analistas políticos, comentócratas, conductores, columnistas, discutidores de café. Una larga fila de críticos decíamos, apuntábamos y publicábamos “¿Dónde está la oposición?”.
La respuesta apareció de la mano de la senadora Xóchitl Gálvez, con una amplia sonrisa, desbancando de la atención de la opinión pública a las “corcholatas” del Presidente López Obrador, que no han podido despertar el interés.
Apenas el lunes 12 de junio del año en curso la senadora llegó a las seis de la mañana en su bicicleta a Palacio Nacional con un amparo bajo el brazo. Intentó entrar por la calle de Moneda por donde entran los periodistas a las conferencias mañaneras de López Obrador, pero se le impidió el paso.
A la senadora le cerraron la puerta y se le impidió ejercer su Derecho de Réplica. El Presidente mostró el rostro del autoritarismo y la ilegalidad.
Ese hecho marcó la decisión de la legisladora. Fue ahí donde decidió buscar la postulación de una eventual candidatura a la Presidencia de la República, bajo el argumento de que “las puertas de Palacio se abren de adentro hacia afuera”.
Ahí fue donde nació este fenómeno que lleva un mes en el ojo de la opinión pública nacional, y que ha desatado la preocupación del inquilino de Palacio Nacional, quien en las últimas dos semanas arreció los ataques en su contra.
López Obrador inició una persecución verbal desalmada en contra de Xóchitl Gálvez, a quien ha tratado de arrebatarle su origen humilde, su historia de esfuerzo, su autonomía política y lo peor, el profesionalismo de su empresa, al intentar colocarla en el tema del conflicto de intereses económicos-institucionales.
La verborrea presidencial y las agresiones que rayan, como lo observó la propia senadora, en el machismo y la violencia política, no han hecho mella en el ánimo de la aspirante a una candidatura presidencial, sino todo lo contrario, esas agresiones personales la han posicionado en la preferencia de un amplio sector de la ciudadanía.
En 2006 el entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de México le espetó el recordado “Cállate chachalaca” al Presidente Vicente Fox que lo perseguía, lo arrinconaba para descarrilarlo de la ruta presidencial. Ahora los papeles se invierten, López Obrador hace lo mismo, comete el mismo error con Xóchitl Gálvez, al tratar de quitarla de la ruta por una candidatura presidencial.
El encono, el coraje, la frustración, fueron más fuertes que la estrategia presidencial; la pasión desbordó al temperamento del tabasqueño, acostumbrado a dictar órdenes, a implementar una política de comunicación que hasta hace unas semanas le habían funcionado. Ya no. Está rebasado por el nuevo escenario y el personaje.
Xóchitl Gálvez no se ha quedado callada ante los embates presidenciales, no solo respondió con oportunidad sino que fue creativa en sus respuestas, inteligente en el discurso y contundente ante la agresión presidencial.
Además de la oportunidad, que es muy importante en la lucha mediática y política, la senadora utilizó el diseño gráfico, la producción y la inteligencia artificial, esto es, los recursos de las nuevas tecnologías que están de moda sobre todo entre un amplio sector de jóvenes y de medios independientes.
Hubo un recurso más: la Ley. Con la experiencia de haber ganado el amparo para ejercer su Derecho de Réplica, la senadora interpuso una denuncia por violencia política de género en contra del Presidente ante el Instituto Nacional Electoral, el cual resolvió en su favor y dictó medidas cautelares a López Obrador.
Entrevistada en el Puerto de Veracruz, Xóchitl Gálvez habló en términos beisboleros: vamos dos a cero. Está a punto del ponche el Presidente. Le gané el amparo, ya le gané el del INE y ahora viene una demanda penal”.
Esto último tendría su sustento, de acuerdo a la hidalguense, al haber violado, el Presidente, el secreto fiscal, tras revelar contratos de su empresa con otras empresas y gobiernos.
Con su estilo irónico y desenfadado, la hidalguense soltó una frase que quedará para la posteridad de las elecciones presidenciales del 2024:
“Usted me va a entregar la Banda Presidencial y yo se la voy a recibir con una amplia sonrisa”.
Al tiempo.
@juangomezac