JUAN GÓMEZ
Zacatecas. Más allá de posadas gubernamentales, de entrega de útiles escolares, uniformes, tinacos y de festivales hechos al vapor, el año que concluye en Zacatecas obtiene un balance negativo en sus políticas públicas y en seguridad, pese al decreto personal del “Año de la paz”.
El aparato gubernamental etiquetó todas las actividades como parte del “Año de la Paz”, un decreto cancelado oficialmente por la LIV legislatura y que dejó sin efecto, pero que al gobernador David Monreal Ávila no le importó la cancelación del congreso, basada en la violencia generalizada y la represión contra las mujeres el 8M, que después de más de ocho meses, la CNDH emitió una recomendación.
El discurso machacón del gobernador en el sentido de que en Zacatecas se disminuyó en más del 70 por ciento los homicidios dolosos, y que fuera puesto como ejemplo de la estrategia nacional de combate a la violencia, contrasta con la realidad que se vive en el estado:
De enero de 2018 a septiembre de 2024, periodo del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, se registraron en el estado 6 mil 714 asesinatos, lo que colocó a Zacatecas en el tercer lugar nacional de incidencia criminal.
El año pasado (2023) se generaron 1,073 homicidios dolosos en Zacatecas y el presente año, de acuerdo con información proporcionada por el secretario general de Gobierno, Rodrigo Reyes Mugüerza, se registraron solamente 420 homicidios dolosos hasta octubre pasado, lo que contrasta con los 518 que documenta el sitio Tresearch que basa su información en fuentes informativas oficiales, lo que se traduce en una disminución del 48% y no del 70% como afirma el mandatario estatal.
Empero, la Fiscalía General de Justicia del estado reportó 493 homicidios dolosos hasta el 27 de diciembre del año en curso. Son las contradicciones y manipulación de cifras.
Es importante precisar que, en el año 2022, Zacatecas registró 1, 459 homicidios dolosos y en el 2021, se generaron 1,776 asesinatos, el año en el que inició la actual administración de David Monreal, lo que evidencia que solamente en este año, se ha registrado una baja en el número de homicidios dolosos en Zacatecas, lo que no refleja una tendencia sexenal en su disminución, como apunta el pertinaz discurso oficial.
Como puede apreciarse, del 2021 fecha de inicio del actual gobierno estatal morenista, Zacatecas registró la mayor incidencia de homicidios dolosos y violencia en el estado.
Sin embargo, lo que va en aumento preocupante es el número de desapariciones en el estado, lo que le ubica en los primeros lugares a nivel nacional con 3 mil 861 desapariciones, fenómeno delictivo que está fuera del discurso oficial.
Por otro lado y a pesar de los festivales, entrega de uniformes y útiles escolares, de la exposición de información gubernamental en todos los medios y redes sociales con los que tiene contrato publicitario, la imagen del gobernador se mantiene en el último lugar de aceptación ciudadana en el estado.
Lo peor, es la construcción del segundo piso o viaducto elevado cuyos trabajos “preliminares” iniciaron la semana pasada y que fueron suspendidos por la presidencia municipal de Zacatecas, por carecer de documentación que avale el permiso de construcción.
Ante esta situación los representantes legales interpusieron un recurso para revertir la decisión municipal ante el Tribunal de Justicia Administrativa que preside la magistrada, Aída Alicia Lugo Dávila, cuñada del gobernador David Monreal Ávila, quien de manera inmediata, en menos de 48 horas, dictó la ejecución de inejercicio al argumentar que el ayuntamiento capitalino carecía de facultades.
La construcción del segundo piso es la obra pública más polémica del actual gobierno, por el rechazo mayoritario de la población que lo considera una obra innecesaria, que tendrá un costo superior a los 3 mil 600 millones de pesos y que además, carece de la autorización del INAH por estar en una zona, que pondría en riesgo el título de Zacatecas como Ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, lo que no le ha importado al mandatario estatal.
En este escenario Zacatecas cierra su año, con una debilidad y estancamiento económico, pero eso no obsta para que el gobierno morenista proyecte, irónicamente al 2025, como el “Año del Bienestar”.
Al tiempo.
@Juangomezac