VERÓNICA VALDÉS GONZÁLEZ
El expresidente Andrés Manuel López Obrador aseguró, en múltiples ocasiones, que los mexicanos tendríamos servicios médicos similares a los de Dinamarca.
La administración de López Obrador concluyó, el ofrecimiento no se cumplió y actualmente -en el segundo piso de la 4T lejos, (lejísimos para ser más preciso) de lograrse.
El problema de desabasto de medicamentos, que se intensifica con la llegada de la 4T al poder, sigue sin resolverse.
La falta de personal médico, equipo, insumos y medicamentos afecta por igual los servicios médicos gubernamentales, desde el primero hasta el tercer nivel.
Lo que se había logrado con el Seguro Popular, que sin duda podía mejorarse, se vino abajo.
Hace un par de semanas decenas de pacientes del Instituto Nacional de Cancerología (INCAN) tuvieron que reprogramar sus estudios debido a que el tomógrafo estaba fallando.
Debido a la falla y la saturación del servicio los pacientes serán atendidos hasta la segunda quincena de junio; mes y medio después de su cita original.
Trabajadores del Hospital General de Zacatecas, que administran el IMSS Bienestar, amenazan con suspender el servicio a pacientes y cerrar las instalaciones si no se resuelven las carencias que tienen.
Hay un déficit de 200 enfermeras y de médicos suplentes para diversas especialidades. La lista de insumos faltantes es larga y va desde sueros, inductores de anestesia, material para curación hasta reactivos para el laboratorio y la mitad de los medicamentos requeridos, lo que provoca que las recetas no se cumplan y los pacientes las compren en farmacias particulares.
Los servicios médicos que proporciona el gobierno de la CDMX también presentan deficiencias. El Centro de Salud ubicado en la colonia Lomas de Padierna, Alcaldía de Tlalpan no cuenta con médicos de guardia que atiendan citas de los doctores que, por diversos motivos, no se presentan en el hospital.
La alta calidad del sistema de salud de Dinamarca no es improvisada; es el resultado de varias décadas de trabajo orientados a mejorar y llevar atención médica gratuita a todos los ciudadanos, sin importar su nivel de ingresos y situación social.
Es un sistema de salud en el que los ciudadanos son atendidos por médicos de cabecera que actúan como el primer punto de contacto con el sistema de salud.
Dichos médicos trabajan en clínicas de salud pública y son responsables de brindar atención médica básica, diagnóstico y tratamiento de enfermedades comunes.
Mientras que los ciudadanos que necesitan atención especializada cuenta con hospitales públicos que ofrecen una amplia gama de servicios médicos, incluyendo cirugías, tratamientos especializados y cuidados intensivos.
Los mexicanos merecemos tener servicios médicos similares no solo a los de Dinamarca, sino mejores, como alguna vez lo dijo el expresidente López Obrador, sin embargo, eso parece más que imposible sobre todo cuando los recursos se destinan a programas sociales urgentes, que le abonen al ego de los funcionarios de la 4T, y no ha programas sociales importantes.