CIUDADANO DE A PIE/ Por qué la inflación afecta más a los pobres

VERÓNICA VALDÉS GONZÁLEZ. Si bien es cierto que el incremento de precios afecta a todos los ciudadanos, también lo es que su impacto no es el mismo para todos, especialmente en la actualidad, cuando el aumento de los precios se concentra principalmente en los alimentos.

La inflación, ese aumento  desordenado de precios por un periodo prolongado, ha provocado mayores estragos en la población con menos ingresos, los más pobres.

Después de varios lustros,  la inflación regresó  y aunque en los últimos meses el Índice Nacional de Precios al Consumidor  (INPC)reporta desaceleración en las presiones de los  precios, los relacionados con la canasta básica no ceden.

En octubre la inflación general anual fue de 8.41 por ciento; sin embargo, los incrementos a los productos de consumo básico reportaron aumentos superiores.

Los alimentos procesados y las bebidas tuvieron un aumento de 13.95 por ciento, las frutas y verduras 12.63 por ciento, los pecuarios – que incluyen carne, huevos y leche 15.61 por ciento.

Estos incrementos fueron iguales tanto para la población más rica como para la más pobre, sin embargo, el impacto no es igual.

De acuerdo con los economistas la población más pobre del país, la que gana alrededor de 3 mil 500 pesos al mes, destina 60 por ciento de su ingreso a la compra de alimentos, mientras que la población con mayores ingresos apenas destina 10 por ciento.

El impacto de la inflación en los más pobres no es privativo de México, de hecho en América Latina y el Caribe el porcentaje que representan los alimentos y la energía en la canasta de consumo es de alrededor del 40 por ciento, aunque en Perú, México, Brasil y Paraguay, se observan niveles más altos, de acuerdo con el Banco Mundial.

Además del incremento a los precios, existen otros dos elementos que afectan a los sectores pobres: el acceso a los productos de ahorro y crédito que les pueda proteger contra la inflación.

Las cuentas de ahorro a las que puede acceder la población pobre pagan tasas de interés inferiores a la inflación, en tanto los requisitos para obtener financiamiento difícilmente pueden ser cubiertos por la población pobre.

De ahí la prevalencia de las tandas, como medio de ahorro, aunque no pague  intereses,  y la contratación de deudas, para la adquisición de bienes,   bajo el esquema de «pagos chiquitos» cuyas tasas de interés alcanzan el 100 por ciento cuando la inflación es baja y de 200 por ciento, cuando los precios son elevados.

Se requiere que el gobierno lleve a cabo medidas adecuadas para disminuir la inflación al tiempo de mejorar el acceso a los productos financieros que protejan el valor real de los activos de las familias más pobres.

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