CIUDADANO DE A PIE/ Inflación, ¿cuál es la buena?

VERÓNICA VALDÉS GONZÁLEZ

En días pasados el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció, en Río Blanco, Veracruz que enviará una iniciativa de “reforma al Artículo 123 de la Constitución para que se establezca que nunca más el salario va a aumentar por debajo de la inflación”.

Históricamente el tema del salario mínimo ha sido un tema de discusión, en las administraciones pasadas se limitaba su aumento bajo el argumento de repercusiones negativas en la inflación y el empleo.

En la administración del presidente López Obrador los aumentos anuales de los salarios mínimos han estado muy por arriba del correspondiente a la inflación. En 2019 el aumento fue de 16 por ciento, la inflación cerró el año en 3.63 por ciento, un año después la relación fue de 20 por ciento contra 3.4 por ciento.

En concordancia con los aumentos de los años anteriores, en 2021, 2022 y 2023 el salario mínimo creció más que la inflación, para el presente el salario aumento 20 por ciento y se estima que los precios suban en promedio cuatro por ciento.

El incremento del salario mínimo superior a la inflación está estipulado en el artículo 90 de la Ley Federal del Trabajo; menciona que su fijación anual nunca estará por debajo de la inflación.

Sin duda, la iniciativa del presidente de reformar el artículo 123, es positiva, sin embargo, el Indice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) no refleja la realidad de los precios de los productos que integran la canasta básica.

Dicho indicador mide la variación de precios de 283 productos, mismos que al promediarse dan como resultado el índice inflacionario mensual, inferior al de la canasta básica.

Los efectos del cambio climático en el medio ambiente en nuestro país: aumento de temperatura, reducción de lluvias, escasez de agua potable, incendios forestales, entre otros ponen en riesgo la producción de alimentos lo que incide en su precio.

Los frentes fríos registrados en las últimas semanas provocaron que en las últimas semanas el precio del jitomate tuviera un incremento superior al 100 por ciento, de 16 pesos kilo pasó a 60 pesos, entre el 7 y 14 de enero.

En diciembre, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) los precios crecieron a una tasa anual de 4.66 por ciento, en tanto que los precios de los productos agropecuarios aumentaron 5.66 por ciento y el de las frutas y legumbres 11 por ciento.

A la situación anterior se suma el impacto del crimen organizado en los precios. El Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (Lancen) de la UNAM denunció que entre los factores que incidieron en el incremento de precio de los alimentos en 2023 está el crimen organizado, igual que conformado como un cartel, determina los precios en la producción, distribución y venta, además de la temporalidad y el volumen de las cosechas.

Señala Lancen que es en la actividad primaria donde tiene mayor presencia la delincuencia por lo que las extorsiones inciden en los precios al productor cuyo pago repercute finalmente en la inflación.

Finalmente, solo queda preguntar cuál será la inflación que tomará en cuenta el presidente para reformas al Artículo 123 Constitucional: la del INPC, la no subyacente o la impuesta por los grupos delincuenciales, gracias a la política de abrazos no balazos.

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