VERÓNICA VALDÉS GONZÁLEZ
Lunes 3 de junio, siete de la mañana, un día después de la elección. Los integrantes de la CNTE siguen instalados en una parte de la plancha del zócalo. Ocupan casi la mitad. Se niegan a irse y dicen que no lo harán, hasta que sean resueltas sus demandas o por lo menos, que los escuche el ejecutivo.
El templete que la noche anterior sirvió para festejar el triunfo de Claudia Sheimbaum en las elecciones presidenciales, está desarmado, a un lado del camión en el que será transportado a uno de los almacenes del gobierno de la ciudad. Del festejo de la noche anterior no queda nada, el personal de limpieza ha dejado totalmente limpio el lugar.
El acceso a la calle de Moneda está cerrado. Esto es algo cotidiano, desde que el presidente López Obrador vive en Palacio Nacional, caminar por es prácticamente imposible, especialmente de lunes a viernes, señala María Dolores, vendedora de café.
Las únicas personas que pueden pasar, previa identificación, son los empleados de las oficinas públicas y privadas y de los comercios que se encuentran en esta calle; además de los vecinos, maestros y estudiantes de la escuela de idiomas que la UNAM tiene en la calle Primo de Verdad.
PEJELANDIA
Entre Palacio Nacional y la Catedral, se ubica una carpa grande que atrae la mirada de quienes por ahí pasan (nacionales y extranjeros) debido a los productos del personaje que ahí se comercializan y su particular cartel donde se lee: “Bienvenido a Pejelandía”.
Se trata de una tienda donde se venden souvenirs alusivos al presidente Andrés Manuel López Obrador; ahí se pueden encontrar llaveros, peluches, caballitos de tequila, toallas, calcetas, imanes ilustrados para el refrigerados, chanclas de plástico, aretes, el libro de despedida del presidente, playeras y en fin una serie de artículos con la imagen de AMLO o de Morena.
Entre los artículos se encuentra Claudia, una muñeca versión tela y vinil con la imagen de la recién electa presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
La muñeca Claudia llegó a Pejelandia después de que la doctora Sheinbaum fuera la elegida para suceder a López Obrador en la presidencia de la República.
¿Cuánto cuesta la muñeca Claudia? Doscientos pesos, en tela y 400 en plástico, con música y algunos discursos.
El interés de los compradores por la muñeca Claudia es mínimo. Pocas personas se la llevan, “no hay comparación con la venta de los amlitos (muñeco de tela con la imagen del presidente) aún no llegaban y muchas personas ya la estaban apartando” comenta un empleado.
No comenta nada sobre las ventas futuras de la muñeca, pero deja entrever que no será igual que los amlitos, habrá que esperar.