Consultorios de farmacias, buenos, baratos y muy humanos: pacientes
VERÓNICA VALDÉS GONZÁLEZ. Hace unos días el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, se lanzó contra los consultorios adyacentes a farmacias, al considerar que la atención que brindan se da en condiciones precarias, que exageraban en la cantidad de medicamentos recetados y el la prescripción, en pocas palabras son pésimos.
Días después y contrario a lo dicho por lo dicho por el doctor Gatell, la jefa de gobierno capitalino. Claudía Sheimbaum reconoció que dichos establecimientos son una alternativa para muchas familias y refirió que para garantizar su servicio hay que capacitar a los médicos, o sea que los cinco o seis años de carrera y la experiencia fueron insuficientes.
Seguramente ninguno de los dos funcionarios han pisado, ni por error, alguno de estos lugares y menos recibido una consulta médica, ellos acuden con otros galenos, de otro precio.
La calificación de un servicio sólo la puede dar la persona que lo recibe. Esta es la opinión de tres pacientes de los consultorios de las farmacias:
MEJOR QUE EL CENTRO DE SALUD
Rosita González Sotero, es trabajadora doméstica, madre de tres hijos (4, 6 y 9 años) y paciente regular del consultorio adjunto de la Farmacia del Doctor Simi que se localiza en la colonia Cultura Maya de la delegación Tlalpan.
La consulta es barata, dice, cincuenta pesos. He llevado a mis hijos y los han curado, a mí también. Los doctores son muy amables, no tienes que esperar mucho tiempo. Voy a ese consultorio porque no tengo seguro social.
Si, en la colonia hay un Centro de Salud del gobierno de la ciudad, da consultas únicamente por la mañana. Hay ir muy temprano, como a las seis de la mañana, para que le den una ficha, pero no es seguro porque va mucha gente y hay pocos doctores, explica.
Para que le den consulta hay que perder mucho tiempo y no puedo, tengo que ir a trabajar. Prefiero ir al consultorio de la farmacia, ahí me atienden rápido y está cerca de mi casa. Esto es mejor que ir al Centro de Salud.
TIENE SU TÍTULO COLGADO EN LA PARED
Para José Toledo, dueño de una tienda de abarrotes en la colonia Paulino Navarro, estos consultorios si funcionan. Su experiencia en el consultorio que tiene la Farmacia del Ahorro en esa colonia ha sido buena.
“Mi esposa y yo nos enfermamos del estómago y fuimos a ver a un doctor particular, nos recetó, pero pasaron muchos días y seguíamos igual, entonces fuimos al consultorio de la Farmacia del Ahorro. Nos atendió una doctora, muy amable. Nos recetó tres medicinas, una solamente la vendía la Farmacia del Ahorro, no costaba mucho, en dos días ya estábamos bien.
Sí, ella sí es doctora, tiene su título de la UNAM colgado en la pared. La consulta es gratuita, si usted le quiere dar algo está bien, pero no está obligado.
Queremos que nos ayude a controlar la diabetes, no tenemos seguro social, ir al consultorio de un doctor nos cuesta caro, 250 pesos. La doctora es buena y no cobra tanto.
AQUÍ ME CURÉ DEL COVID
Me dio Covid, sentí que me ahogaba, estaba muy mal. Acudí al consultorio de la Farmacia de Similares que está cerca de la carretera Picacho-Ajusco, dice el señor Pablo González González, dueño de una carpintería.
El médico que me atendió es cubano, es muy bueno, muy acertado. Me recetó medicinas para la fiebre y el dolor. Ningún antibiótico. Durante el tratamiento me mantuve en comunicación con él, le hablaba por teléfono. Al cabo de unas semanas empecé a mejorar. No gasté mucho. Tengo Seguro Social por mi hijo, pero no quise ir, tenía miedo de morir. Siempre hay mucha gente y faltan muchos medicamentos.
ENCUESTA ENSANUT
La encuesta ENSANUT, Encuesta Nacional de Salud, revela que siete de cada diez mexicanos se atiende en la medicina privada y de estos la tercer parte se atiende en los consultorios adyacentes de farmacias donde encuentran una atención expedita, cercana a su casa, más cálida y con buena atención.
Seguramente esto molestó al subsecretario Gatell, al ponerse de manifiesto que la gente está más a gusto acudiendo a estos consultorios que ir al IMSS o al ISSSTE.