JAIME FLORES MARTÍNEZ (Tijuana, Baja California). Decidido a trascender a pesar de la actual crisis de MORENA y del bache en que se encuentra el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, el ex gobernador de Baja California Jaime Bonilla Valdez decidió —el viernes 25– salir del ostracismo político y reinstalarse en el Senado de la República, en una especie de reingeniería que le permita demostrar lealtad a su amigo el presidente.
¡Las fauces afiladas de Bonilla harán su labor!
Mas allá de las versiones que señalan que retomará el fuero solamente para someter a la rebelde gobernadora de Baja California (su predecesora) Marina del Pilar Ávila Olmeda, la intención de Bonilla es amarrar los cabos sueltos que —a ojos del Mundo— hacen trastabillar al presidente Andrés Manuel López Obrador.
¡Quizá sin pedirlo, el presidente tendrá un pitbull en su casa!
No hay duda que en este momento AMLO atraviesa por el momento más difícil de su gestión, la impresión es que —cada día— se queda más solo.
Sus incondicionales (no hay duda) cada vez son menos porque entienden que AMLO siente que —él solito—representa a la patria.
La mayoría de los decepcionados zalameros no dan crédito a las acciones presidenciales que apuestan todo hacia él.
Sabe que la consulta programada para el próximo 10 es vital, sin embargo busca que la historia le reconozca solo a él mismo, aunque sus impulsores saben que fue una labor de equipo.
Si bien sus cegados admiradores se resisten a aceptarlo, el presidente perdió la brújula y mas allá de afectar al país, representa la oportunidad para que sus detractores se fortalezcan y los morenistas resentidos aprovechen la coyuntura que el mismo AMLO les abrió con su desprecio.
Cierto que el video de Gerardo Fernández Noroña (divulgado hace unos días) presenta una edición innegable, aunque dibuja de cuerpo completo la situación entre AMLO y sus juglares.
Noroña se lamenta del desprecio presidencial el día de la inauguración del aeropuerto Felipe Ángeles y fustiga al presidente con palabras verdaderamente impublicables.
Al margen de casos como el anterior, el presidente acumula a diario personajes resentidos, el más visible es el experimentado político Porfirio Muñoz Ledo quien recibió una patada en el trasero en su intento por conseguir la dirigencia nacional de MORENA.
Desde algún subterráneo este hombre despliega sus enseñanzas.
Algo similar practica el llamado líder de la izquierda en México Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. En mayo del año pasado declaró que el de López Obrador no es un partido de izquierda.
Según cercanos de Cárdenas, este último estima que AMLO esta invadido de soberbia.
Respecto a los de casa la situación se advierte más grave.
Recientemente el ex consejero jurídico de la presidencia Julio Sherer Ibarra ha puesto al gobierno de López Obrador a centímetros del voladero.
Sherer refiere complicidades y corruptelas de personajes cercanos al presidente, especialmente al fiscal general de la República Alejandro Gertz Manero y a la actual presidente del Senado de la República Olga Sánchez Cordero, quien por cierto es víctima de la seducción política del presidente de Jucopo en el Senado Ricardo Monreal Ávila.
Aquí es justamente donde Jaime Bonilla ingresaría a un territorio áspero, pues entiende que su fuerza y su agresividad se enfrentarán al talento y colmillo de Monreal, quien ya escupió frente al presidente.
Bonilla deberá echar mano de “talentos no mostrados hasta hoy” para que Sánchez Cordero esté dispuesta a formar una mancuerna que desactive a Monreal.
Versiones ubican a este último como candidato presidencial, aunque no de MORENA sino por el Partido Movimiento Ciudadano (MC).
Los críticos saben que desde su curul en el Senado, Bonilla maniobrará para buscar desactivar las habilísimas estrategias del presidente de la Junta de Coordinación Política (JUCOPO), el morenista Ricardo Monreal Ávila, a quien es ya considerado contrario al presidente.
Bonilla buscará hacer lo que Olga Sánchez Cordero se ha olvidado de hacer.
La impresión generalizada es que Monreal controla a placer a doña Olga, quien al dejar la Secretaría de Gobernación y regresar al Senado, la señora ocupa (y solo ocupa) la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara Alta.
Dentro de la fracción de MORENA en el Senado, Jaime Bonilla Valdez es un “pitbull” y eso precisamente necesita el presidente.
Alguien que le ofrezca fidelidad y que sea un depredador si se trata de defenderlo.
El presidente sabe perfectamente de los alcances de Bonilla y seguramente entiende que su intención es tomar las riendas del Senado en el momento más difícil de la gestión presidencial.
Paralelamente Bonilla hará lo propio para la cobranza de cuentas pendientes con el dirigente nacional de MORENA Mario Delgado Carrillo; con la gobernadora de Baja California Marina del Pilar Ávila Olmeda e incluso con el actual secretario de Gobernación Adán Augusto López.
Este último influyó para que el presidente no colocara a Bonilla en la subsecretaria, toda vez que representaría un riesgo para su estado.
López es conciliador y Bonilla un radical capaz de influir en las decisiones de AMLO.
Augusto López sabe muy bien que Bonilla responde a sus emociones y eso lo convierte en doblemente peligroso.
Sin embargo, este es el momento de Bonilla porque mientras el secretario de Gobernación le pide paciencia para pactar acuerdos con detractores, Bonilla enseña las fauces.
Si alguien quisiera ilustrarlo con naturalidad, bien podría decirse que AMLO tiene en casa su propio pitbull que impedirá el acercamiento de entes peligrosas.
Ah
A propósito de las cuentas pendientes que Bonilla tiene presentes, está la del actual diputado federal del PVEM Arturo González Cruz.
En la próxima entrega el columnista refiere que González compró la diputación para que el fuero lo protegiera de las acciones de Bonilla.
El ex gobernador lo trae en la mira.
Fausto
En la próxima entrega Cicuta se referirá a la actuación del diputado federal del PVEM Fausto Gallardo García.
Nótese que el “activismo” de Faustito tiene “hasta el copete” al arrogante empresario Fernando Beltrán Rendon.
¿El motivo?… Ahí lo precisará Cicuta.
Intención
El analista internacional Mauricio Meschoulam aseguró el domingo que no es inexacta la perspectiva de un sector que percibe que Rusia vaya a perder la guerra.
Precisa que su intención se ha modificado.
El analista considera que la intención de Vladimir Putin es modificar las “tácticas” y no las “estrategias” de guerra.
Esto significa que su intención de fondo es la separación de Ucrania, es decir, tener bajo el control social y político a ciudades ucranianas mayormente identificadas con Rusia.
De esta manera Putin conseguirá su objetivo de evitar que Ucrania se adhiera a la OTAN y así tendría todos los controles necesarios para observar de cerca a Occidente.
Así pues Putin saldría avante ante los ojos de la comunidad internacional, aunque no en el corazón de los familiares de los muertos de la guerra.
Positivo
Qué bueno que los números marcan una reducción en el porcentaje de delitos cometidos en Baja California en el primer trimestre de este año.
El fin de semana, el fiscal general del estado Iván Carpio reveló que comparado con el mismo periodo del año pasado, el número de homicidios dolosos presenta una disminución del 28 por ciento.
Dicen que los números son fríos, aunque esta vez vale la pena destacarlo.
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