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Quizás todos hemos utilizado un calzador al medirnos zapatos nuevos. Cuando se era pequeño y nos gustaban algunos probablemente por capricho fingíamos nos quedaban bien, aunque nos fueran a molestar al caminar. Pues que creen, no hay mucha diferencia con la política mexicana.
ROGELIO FAZ
Chicago, Illinois, EU. Tal parece que en México los hijos consentidos de la política se quieren poner los zapatos a la fuerza.
Eso es lo que está sucediendo en el México lindo y jodido. Ya que el partido Morena que ganó ampliamente la presidencia con su hija consentida, Claudia Sheinbaum (violando leyes electorales a capricho), y el partido recurriendo al calzador para forzar la representatividad como sucedió en el Senado. Para después decir que el pueblo les otorgo la patria potestad de México.
Los zapatos de MORENA
Resulta que Morena también quiere el zapato de la justicia a la horma de sus pies. Y eso hay presumirlo al mundo, asi que, a partir de ahora la humanidad será diferente.
A México le urge calzado nuevo no importa si son de charol con suela de llanta de avión. Para la gran mayoría cualquier calzado es bueno, solo que, con el tiempo irán saliendo ampollas o callos, y de continuar así causara efectos músculo-esqueléticos hasta no poder andar.
Con el traumatólogo
Tal vez este comparativo peque de imaginario, sin embargo, sin perder el propósito de la comparación. No neguemos que alguien consentido o consentida sin el juicio suficiente quiera todo a su favor sin medir las consecuencias.
Con el calzado apretado se perderá estabilidad al caminar por consiguiente el resto del cuerpo lo resentirá, incluida la espina dorsal para acabar con el ortopédico o traumatólogo.
Aunque aprieten
Aquello de que ‘primero los pobres’, ‘el pueblo es bueno y sabio’ o que ‘el pueblo manda’ es la base de la democracia; es un churro, en realidad es para complacer una necedad de manera equivocada. Lo que decida la mayoría no necesariamente es la mejor opción ni la única, así sea por orfandad política del “apá gobierno” (PRI), que no supo proveer lo indispensable como un par de zapatos (filosofía incumplida del Peje) a sus hijos marginados.
Argumentos sobran para criticar a gobiernos anteriores, pero independientemente de eso; darle al Estado en su conjunto el control de todo (a ‘camaradas’), se acabara por arrastrar los pies, como todos los países que aplican esa filosofía romántica de la justicia. Que sugestivamente llaman “progresista”.
Lo resentirá la columna dorsal del país: la sociedad. En todo caso es mejor descalzos pero felices que renqueando y jodidos.
Cuando el grupo político dominante pierde estabilidad usará las muletas del poder judicial y militar; entonces la sociedad tendrá muy poco margen para elegir calzado. Es cuestión de tiempo.
Posiblemente encontrar zapatos a la medida sea difícil. Pero en México donde la mayoría somos pobres cualquier calzado es bueno no importa que aprieten. Y ese es el México lindo y jodido.
La otra, puede ser que le queden los zapatos grandes.
