CARTAS DESDE CHICAGO/ Otis mutis

A estas alturas se ha hablado tanto del huracán Otis que parece ocioso agregar algo. Sin embargo, ¿por qué el presidente López Obrador no alertó conforme a la gravedad? Sus explicaciones no lo justifican. Pero, no solo fue él.

ROGELIO FAZ

Chicago, Illinois, EEUU. Acapulco en náhuatl se pronuncia Akapolko, y significa «En donde fueron destruidos o arrasados los carrizos». Pues Otis hizo honor al nombre ayudado por el mesías tropical. Pero tampoco hizo lo suficiente el sistema de alarma contra huracanes y los medios de comunicación.   

López Obrador no es culpable de todas las calamidades que afectan a México, pero sí de las suyas. No más, no menos. Incluido lo que le corresponde del Akalpolko en Acapulco.

Pronósticos meteorológicos

En Estados Unidos los pronósticos del clima son primera nota en los noticieros, muestran a detalle -en lo posible- y constantemente las condiciones climatológicas (con meteorólogos(as) capacitados(as) incluso de edad avanzada y no modelos que distraen la información) para esto utilizan solo el mapa de EU dejando al margen al de México y Canadá, salvo que afecte a sus costas o fronteras o, una catástrofe natural en alguna parte del mundo.

Si hay una tormenta en el interior del país que pudiera convertirse en tornado se suspende la programación en radio y televisión para seguir a detalle el curso del fenómeno meteorológico hasta que desaparece para evitar sorpresas.

En los pronósticos del clima local de ese día/noche de Otis, en Chicago se incluía en los noticiarios el curso y la amenaza del huracán a pesar de los miles de kilómetros de distancia, lo que ya era un indicador de catástrofe. En contraste; sintonizando la información originada en México no se percibía la misma urgencia. ¡Ah gringos exagerados!

Akapolka presidencial

Si AMLO no alertó por testarudo, tampoco lo hicieron los medios de comunicación que no tienen que esperar una orden presidencial cuando se trata de vida o muerte. En EU no están esperanzados a que el Presidente informe de las tormentas o huracanes.

Pero AMLO como ‘mentirólogo’ experto no considero necesario prevenir a la población ni alerto a la tropa. ¡Ta’cañon mi Comandante en Jefe! Nos sorprendió el enemigo por falta de centinelas. Paso lo que Antonio López de Santa Anna en la Batalla de San Jacinto (1836).

La arrogancia del presidente de hacer sentir que él es la máxima sabiduría en todo y, si todos le acreditan facultad de predestinador, habrá consecuencias.

Tan cerca de AMLO y tan lejos de los EU”

Ya es habitual que AMLO este en medio de tormentas, es parte de su naturaleza. Se vuelve peligroso cada vez que choca con otras corrientes para después arrasar con lo que se interponga. Él mismo se encarga de atizar haciendo caso omiso a los peligros y lo que es peor, hay Akapolko para rato.

Es fácil pronosticar al huracán AMLO, cualquiera detecta su clima “politológico”. Ya debería estar permanentemente en el radar de todos para evitar sorpresas.

No cabe duda de que el huracán Otis será un referente para definir a AMLO al hacer mutis a los riesgos. Circunstancias que exhibieron al México desde la Presidencia hasta al más humilde siervo que no dejaron carrizo en pie con la rapiña.

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