El ayudar a desamparados es un gesto muy noble, desafortunadamente tiene un costo y un límite aun en contra de la voluntad. Para los migrantes de las caravanas con bandera de asilo no es la excepción.
ROGELIO FAZ
Chicago, Illinois. En Estados Unidos algunos estados gobernados por demócratas ya están tirando la toalla al no tener la capacidad económica ni la infraestructura para atender a los cientos de inmigrantes que llegan diariamente enviados desde la frontera sur a las ‘ciudades santuario’.
El alcalde Eric Adams de la ciudad de Nueva York declaro que «la crisis migratoria va a destruir a la ciudad». Reclamo al presidente Joe Biden la falta de ayuda federal para atender a los migrantes que ya populan en la ‘la gran manzana’ y representan una amenaza de salud y seguridad.
El chantaje migrante
Si usted es un padre de familia es natural se compadezca al ver a menores que necesitan comida y cobijo. Es ahí el chantaje de los padres migrantes que lo expresan en una frase para conmover a los piadosos: «no lo hagan por nosotros (asilo), háganlo por ellos».
El traer hijos menores incluidos bebés o algunos por nacer son el pasaporte. Lo imperdonable es que para llegar a ese punto expongan a esos hijos a riesgos y sacrificios que puede acabar en fatalidades o en traumas como ha sucedido.
Si no los dejan cruzar o sufren un percance, culpan aquellos que optan por no ceder a su petición, incluso a las mismas autoridades migratorias que cumplen con su deber. Para los migrantes “caravaneros” cualquier objeción legal, administrativa o de logística es racismo o discriminación.
A costa de los piadosos
Los que son enviados a ‘ciudades santuario’ como Chicago provocan un desequilibrio de recursos. Estas comunidades por lo regular son de escasos recursos económicos como las de raza negra o “hispana”. Los ‘paisas’ son más receptivos debido a que se identifican con la causa migrante, pero; con una percepción equivocada.
Hay una gran diferencia entre inmigrar -aunque sea indocumentado- de acuerdo con las posibilidades que por lo regular es en orden de prioridad familiar y a costa del propio inmigrante receptor.
Muy diferente a cargar con toda la familia, abuelitas, madres o padres solteros o, mujeres que se embarazan con ese propósito con un padre fortuito, sin más esperanza que la ayuda de los piadosos y fondos públicos (impuestos de los contribuyentes).
Migrantes bien presentados
En Chicago los ‘morenitos’ (afroamericanos) ya pusieron el grito en el cielo pues los recursos que ellos demandan se están desviando para ayudar a los recién llegados. Además, la inseguridad y la insalubridad está a la vista hasta para los piadosos que por cierto no se los llevan a sus casas.
Quienes ven a las caravanas pasar o apostados en algún lugar reconocen la tragedia y lo más que hacen es proveerles algo de alimentos o una limosna para que lleguen a su destino. Pero ¿cuál destino? solo salieron pa’l norte huyendo de sí mismos.
¿Por qué esos piadosos no les ofrecen sus casas y comida? Entonces sí podrían criticar a los que ponen condiciones y límites.
Como anécdota. Muchos de esos migrantes cargan celulares que muchos no podemos darnos el lujo tener. También les alcanza para tatuajes o para manicure y pedicure, o para cejas muy estilizadas ¿Será porque la primera impresión es la que cuenta?
Paciencia y recursos
En esos “destinos” se están alterando las crisis ya existentes. Como sucede en escuelas saturadas donde fueron inscritos los menores recién llegados, algunas escuelas que debido a falta de recursos se habían cerrado ahora se abren para albergar migrantes.
En Chicago se tiene programado instalar carpas gigantes adaptadas para el invierno, alejados de los vecindarios para evitar como en Nueva York problemas con la policía o molestias a los vecinos.
Desafortunadamente la nobleza demócrata ya se agotó. Y si Biden decide retener a los migrantes en Texas como amenazo, sería una muestra de fracaso de su política migratoria y una afrenta al gobernador republicano Greg Abbott, por lo que este ya contra amenazo con mandarlos a Washington, DC. Allá, en la casa de “We the People”.
Por lo pronto logro mantener las boyas en el rio fronterizo.
Si no se resuelve la situación de la inmigración sin control no solo destruirá ciudades, también la convivencia política y social, o sea, caos en el santuario.