CARTAS DESDE CHICAGO/ La mata (migrante) sigue dando

De todos es conocida la crisis migrante; por donde transitan, donde pernoctan y donde arriban. Además, en todos esos lugares se crean crisis adicionales: donde riesgos pasan a inocentes y costos a terceros.

ROGELIO FAZ

Chicago, Illinois, EEUU.  En fechas navideñas hay que ser chévere con el prójimo. Así que, hay que desearnos lo mejor. Para ciudades como Chicago considerada ciudad santuario para migrantes podría ser un ejemplo de eso.

Sin embargo, es hay más incertidumbre y probablemente sea un problema mayor. Como sucedió con la muerte de un niño de 5 año en un alberge hacinado y mal acondicionado, además de muchos otros enfermos.

Hay circunstancias que no se resuelven rezando, ni mirando al cielo. Es mejor voltear al piso para saber por dónde se pisa. Y las caravanas migrantes están más a una suerte de azar que a la fe misma que los mueve.

Fe y política

No se trata de fe en Dios para que las cosas salgan bien, de por si la realidad emigrante es una muestra de fracaso de la sociedad y de sus gobernantes, pero queremos un milagro o que otros nos lo solucionen.

Todos los países, al menos en Latinoamérica, que dicen ver por los pobres son los que más pobres producen. Escapamos de la miseria socialista hacia al capitalismo salvaje, irónicamente considerado el ogro de esos gobiernos de pacotilla.

Ahora, este país donde los ‘sueños se hacen realidad’; pues la crisis es una de ellas si no se tienen los pies en la Tierra. Las necesidades que tenemos los migrantes en nuestros lugares de origen las podríamos tener en el país de las maravillas. Si no fuera por los predican la fe, la suerte sería peor. Pero la fe no paga impuestos, requisito indispensable en la “tierra prometida” para poder hacer realidad los sueños.

Los dólares no se barren en Estados Unidos como muchos migrantes caravaneros creen.

Con todos los voluntarios de buena fe incluidos oficiales electos como el alcalde de Chicago Brandon Johnson (afroamericano-D) que, por querer estar a la par de los hombres de buena voluntad, se metió en un atolladero político que de seguro hasta su propia raza le va a pasar factura electoral pues también les quiere imponer alberges.

La cuota a la crisis

Cuando los rogue buses (algo así como tráfico ilegal como los califico Johnson) empezaron a llegar desde hace más de un año a Chicago cargados de inmigrantes, cortesía del gobernador de Texas Greg Abbott(R), que se cansó de solicitar soluciones en la frontera, decidió enviar a esos migrantes apilados a las ciudades santuario donde la política es fe.

Los autobuses rogue con migrantes llegan a la ciudad sin previo aviso y a cualquier lugar. Se empezó a multar y decomisar a los autobuses, entonces empezaron a llegar a los suburbios, ahora están llegando en avión.

Esto viene provocado críticas del alcalde a Abbott por causar una crisis humanitaria y de no consultar alternativas.

Ahora con la “ley Abbott” en Texas que autoriza a la policía de hacer la función de migra, surgen las voces pro migrantes sin ofrecer una solución terrenal, lo que significa abono a la mata de la crisis migrante.

Un paso en falso

En Chicago a los inmigrantes los fueron apilando en las estaciones de policía, en aeropuertos o en calles, y conforme van bajando las temperaturas en una ciudad extremadamente fría, el alcalde opto por instalar ‘campamentos base’; carpas enormes. Además, usar supermercados, bodegas o departamentos en desuso para acondicionarlos con calefacción, atención médica(sic), alimentos y asesoría legal.

En su afán de despejar las estaciones de policía, el alcalde rento (por cerca de un millón de dólares) un terreno en un barrio predominantemente “hispano” donde una vez hubo una fundación de zinc.

Además del fuerte rechazo de la comunidad que rodea el terreno que daría refugio a 2000 migrantes, el área está contaminada con pesticidas, cianuro, arsénico, plomo y mercurio: Pero hizo caso omiso.

Johnson siguió con el proyecto confiando en el apoyo del gobernador JB Pritzker(D), que aportaría 160 millones de dls., pero se fue de bruces cuando el gobernador se retractó. Gasto que se sumaban a los ya invertidos $56 millones que aporto la ciudad de Chicago y otro contrato firmado por $40 millones, entre otros gastos.

Johnson acabo cometiendo el mismo pecado de Abbott al transportar migrantes sin consultar a las comunidades cuando él mismo se quejaba de esa actitud arbitraria.

La mata sigue dando

En adición, la renta del terreno fue por $91mil dls. mensuales por seis meses lo que se antoja imposible pues ya va más de un año y siguen llegando solicitantes de asilo. Además, del costo del desmantelamiento de las carpas en el terreno contaminado.

La comunidad vio mermados sus impuestos y exige les den los servicios que carecen antes de invertirlo en gente que no ha hecho todavía nada para merecerlos, más que el “vénganos a tu reino” en el “In God We Trust” donde se barren dólares.

Así que, el “pastor Johnson” se vio obligado a recurrir a las iglesias para guiar y alojar a sus ovejas en esas casas de Dios.

Mientras las cuentas no cuadren, porque hasta la fecha no han dado un reporte claro, lo que no podrá suceder por mucho tiempo porque ‘Dios todo lo sabe y todo lo ve’. Además, de que hay otro poder en la Tierra, al menos en esta región; la declaración de gastos.

Y mientras todo eso sucede, la mata de la migración sigue dando. Que de seguro será indefinido, pero por ahora ya van más de 26 mil migrantes.

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