BELLAS Y AIROSAS/ ¡Viva las mujeres mariachis!

“¡Qué esperanzas que mi papá dejara a sus hijas trabajar como cantantes y menos de mariacheras! Decía que, porque había mucho abuso por el simple hecho de ser “viejas”, que todo mundo les metía mano por donde quiera. A pesar de que él toda su vida fue músico de mariachi y viene de una familia de mariacheros también. Trabajé como maestra primero, pero como lo mío realmente era la música, estudié en la escuela de música y cada que podía y me invitaban a cantar, pues me iba acompañada de mi guitarra y ganaba un dinero extra. En ese entonces todavía no andaba en mariachis, hace más de 30 años no nos dejaban salir de charras a trabajar, eso era para putas. Luego se vino dura la crisis y me quedé sin chamba, me fui un tiempo a Estados Unidos y cuando regresé, y las cosas seguían tan mal aquí, me fui a trabajar en la música y luego me incorporé a un mariachi de hombres y mujeres.”

ELVIRA HERNÁNDEZ CARBALLIDO

SemMéxico, Pachuca, Hidalgo. María de los Ángeles Gallegos Ramírez en su texto académico titulado “Trabajo, reproducción cultural y resistencia: la inserción de las mujeres como instrumentistas del mariachi”, publicado en 2007, dio a conocer testimonios significativos sobre lo complicado que es, y sigue siendo, que una mujer toque en un mariachi, tema justo de tratar ahora que el 21 de enero es el día internacional de estos músicos.

El artículo denuncia con argumentos y datos laa marginación y la violencia de una sociedad patriarcal que no deja de poner obstáculos contra la lucha y perseverancia de mujeres deseosas de interpretar este tipo de música. La autora señala desde el rechazo que recibieron por parte de productores hasta grandes diferencias en los sueldos:

“Algunos compañeros nos invitan a que les “echemos hebra”, pero no nos pagan igual que a los charros, ellos siempre ganan más, así sean 50 pesos por hora, pero son 50 más que nosotras. Muchos dicen que, porque la chamba la sacan ellos, que los hombres sí tocan, que nosotras estamos de relleno, nada más para hacer bola o porque nos vemos más bonitas o que porque algunos clientes quieren también mujeres porque les gusta cómo nos vemos charras, o porque quieren alguna voz de mujer; también dicen que porque no tocamos como ellos, que no podemos tocar como ellos…”

Gallegos Ramírez advierte que esta temática ha sido poco abordada por estudiosos de la música. Sin embargo, destaca datos donde se considera que a finales del siglo XIX algunas mujeres se aproximaron a este género como cantantes. Durante la época de oro de la XEW surgieron nombres como el de Lola Beltrán y Lucha Villa, siempre acompañadas de un mariachi, ellas con una voz maravillosa, pero no tocaban ningún instrumento. Gracias a los testimonios del trabajo etnográfico de la especialista, puede afirmarse que la adhesión de las mujeres “como instrumentistas del mariachi, se da definitivamente a partir de los años 80 del siglo XX, en especial dentro de lo que los expertos denominan mariachi moderno”.

Otra investigadora que ha publicado un artículo muy interesante sobre el tema es Leticia Isabel Soto Flores. En 2011 ella escribió “La participación de la mujer en el mariachi: el caso del son El cascabel”, en la Revista Antropología N.91 del INHA. Así, destacó dos grupos musicales. El primero, Mariachi Femenil Nuevo Tecalitlán (Guadalajara, Jal.), formado en 2006. A su juicio, se ha convertido en uno de los más reconocidos del país, dirigido por Carlos Martínez. “Actualmente dos de sus integrantes, la violinista Tere Ortega y la guitarrista Alma Delia, además de ser músicos con trayectoria, también son compositoras cuyas piezas también son interpretadas por este mariachi”.

Si bien el texto se centra en el análisis de la pieza musical que da título al escrito, Soto Flores también analiza las condiciones laborales y de reconocimiento que viven las mujeres que deciden formar parte de un mariachi. Señala que cada vez más crece el número de “mariachis femeniles”, tanto en México como Estados Unidos -principalmente Texas y California-, así como en Colombia, Chile y Venezuela, pero también reconoce “que los prejuicios imperantes en contra de dicha participación siguen pesando, e impiden incluso que la recepción de su arte se sobreponga a los juicios peyorativos entorno a su capacidad, legitimidad y musicalidad”.

Pese a estos obstáculos sexistas, las mujeres mariachis siguen presentes. Un ejemplo es el disco producido en 2018 por Mariachi Reyna (Los Ángeles, California), creado en 1994, y el segundo caso que cita Soto Flores. En su disco incluyeron una puntual introducción donde hacen un recorrido general en la presencia femenina en este género musical. Señalan que a mitad del siglo XX en México ya existía una agrupación musical solamente de mujeres: Las Coronelas, Las Estrellas de México y Las Adelitas. Fue en la década de los sesenta que en la región norteamericana surgieron los mariachis formados solamente por mujeres y que “con el surgimiento de muchos grupos femeninos en Estados Unidos en los años 90 y a principio de los 2000, muchas mariacheras e historiadores comenzaron a ver esos ejemplos como precursores importantes de grandes cosas por venir”.

Reconocen como pioneras mexicano-estadounidenses a Rebecca Gonzales, Laura Sobrino y Mónica Treviño. Aunque también reconoce que don José Hernández fue una figura muy significativa, él fundó en 1991 la Sociedad del Patrimonio de Mariachi. Sorprendido empezó a ver el interés de niñas y jóvenes por aprender a tocar música ranchera. De esta manera creó el Mariachi Reyna donde ellas pueden tocar nos solamente el violín, instrumentos donde en otros lados las habían limitado, sino también la guitarra, el guitarrón y la trompeta. En la introducción del disco se recupera el siguiente testimonio muy representativo:

“Los hombres respetaban que [ellas fueran buenas músicos]. Creo que eso hacía que esto fuera algo a lo que las muchachas querían unirse—las niñitas. Antes, las mujeres, eran vistas sólo para formar parte del fondo, o para ‘Solo párate ahí́ y ten buen aspecto’ ¿entiendes? Lo vi cuando tocaba en trabajos y el violinista que estaba al lado mío me decía ‘Sólo quédate ahí́ parada’. ¡Ni siquiera me consideraba! Ni siquiera te daban la hora, y ahora te respetan”.

Así que, ¡viva las mujeres mariachis!

Producción discográfica de 2018 Mariachi Reyna

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