BELLAS Y AIROSAS/ Sólo preguntas cada 26 de noviembre

ELVIRA HERNÁNDEZ CARBALLIDO

SemMéxico, Pachuca, Hidalgo. 25 de noviembre, día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer…

Pero,

Los feminicidios, según datos estadísticos reportados, van en aumento.

Todas las muertes violentas que sufren las mujeres, quiebran el alma.

No es necesario conocer a una mujer que ha sido asesinada para lamentar lo ocurrido, para maldecir, para pedir justicia.

Un golpe mortal, mil puñaladas, una amenaza, arrebatarte a los hijos en venganza, sacarte de esa casa porque él dice que ya no es tuya, insultos crueles, acoso hostigador… Todo eso es violencia.

Yo no tengo más que palabras, mi discurso íntimo y honesto.

Y vuelvo a repetir esas preguntas que escribí ya hace algunos años

¿Qué alma sin alma fue capaz de asesinar a María del Sol, a Lorena, a Debanhi, tantos nombres, tantas chicas que no dejamos de llorar? 

¿Quién no llora cuando palpamos ese miedo, nuestro miedo, todos los miedos en estos tiempos donde el feminicidio nos convierte en un cuerpo botado, abandonado, lastimado, señalado, olvidado, absurdamente tachado de culpable de su propia tragedia por quienes no tienen alma, ni hijas, ni mujeres a quien amar?

¿Dónde está la justicia, dónde se esconden los asesinos, dónde lanzamos nuestro coraje y nuestra pena, a dónde nos vamos a protestar, dónde queda ese lugar donde las mujeres podemos ser respetadas, salir a la hora que deseemos de casa, bailar bajo la luz de la luna, vestir sin esconder nuestro cuerpo?

¿Cuándo nuestra voz de denuncia no será callada de manera abrupta, cuándo dejaremos de ser noticia de nota roja, cuándo estaremos protegidas, cuándo encontraremos a esos asesinos? 

¿Cómo les quito este miedo a mis alumnas que creen ser la siguiente, aunque con el puño en alto gritemos ni una más, cómo le quito el miedo a mis amigas que se llenan de pavor cada vez que sus hijas salen de noche, de día o a cualquier hora? ¿Por qué lloro por todas ellas, sin conocerlas, sin haber escuchado nunca su voz, sin haberme visto reflejada en su mirada clara? 

¿Por qué vuelvo a escribir ni una más y tengo miedo que no sea verdad? 

¿Por qué la lista de nombres femeninos acompañados con un moño negro no deja de crecer? 

¿Por qué repito sus nombres y cada nombre llena de agua salada el teclado de mi computadora, agujera con miles de piquetitos mi alma feminista y siento no poder seguir en la batalla? 

¿Por qué escribo sus nombres y tomo aire, y digo no, no, no va a volver a pasar y pido justicia y exijo respeto y me invento mi fe, y fortalezco mi debilidad y limpio mis lágrimas y tomo aire y pido que hagamos fuerza, que no paremos esta necedad de erradicar la violencia de género?

Y entonces, me pongo mis medias de luna, mi faldita de sol, mis lentes de fe, mi alma de guerrera, mi feminismo latente y por cada mujer violentada, y por ellas, por las otras, por nosotras, no puedo musitar, debo levantar la voy y creer, creer, luchar y luchar, exigir y exigir: ni una menos.

Otro 25 de noviembre, y pese a nuestro luto, el viento que me despeina sopla torbellinos de justicia.

www.entresemana.mx

Check Also

BELLAS Y AIROSAS/ Tres hombres del 17 de octubre 

ELVIRA HERNÁNDEZ CARBALLIDO SemMéxico, Pachuca, Hidalgo. Es curioso que, en un mismo día y mes, …